Milán
El obispo Padovese no viajó a Chipre para proteger la vida del Papa
Al funeral acudieron autoridades religiosas armenias, maronitas, ortodoxas, musulmanas y numerosos fieles.
El asesinato de Luigi Padovese, presidente de la Conferencia Episcopal de Turquía, a manos de su chófer apenas unas horas antes del viaje del Papa a Chipre, sigue conmocionando al mundo católico conforme van apareciendo nuevas informaciones. Los últimos datos confirman que Padovese canceló su viaje a Chipre pocas horas antes de la salida de su avión ante el temor fundado de que Murat Altun, su chófer desde hacía más de cuatro años, pudiese atentar contra el Papa. El viaje a Chipre del prelado era uno de los eventos más importantes en su agenda de este año. Tenía programado viajar el jueves 3 de junio para encontrarse con el Papa y recibir el «Instrumentum Laboris» de la próxima Asamblea Especial para Medio Oriente del Sínodo de los Obispos, en cuya elaboración había trabajado. Sin embargo, Padovese renunció esa misma mañana. Según relatan las últimas informaciones, unas horas antes de que Padovese fuera asesinado, el Gobierno turco le llamó para decirle que el chófer, que ellos mismos habían puesto a su servicio cuatro años atrás, «se les había ido de las manos». Es decir, que había abrazado la causa fundamentalista.Motivos para desconfiarA falta de la confirmación de esta llamada, el hecho es que Padovese tenía suficientes motivos para desconfiar y prefirió quedarse en su casa antes de arriesgarse a que Murat, que iba a viajar con él, intentara agredir o asesinar al Santo Padre. La agencia de noticias Asianews ha revelado que el asesinato por apuñalamiento –recibió hasta ocho puñaladas en el corazón– y posterior degüello del obispo italiano, parece seguir la pauta de «un sacrificio ritual contra el mal». Por eso se cree que el asesinato podría estar relacionado «con los grupos ultranacionalistas» y «fundamentalistas islámicos que quieren eliminar a los cristianos de Turquía», agrega la agencia misionera. Según testigos, Murat Altun subió al techo de la casa gritando: «He matado al gran Satanás! ¡Allah Akbar! (Alá es grande)». A los funerales, celebrados este lunes en la catedral de Iskenderun (Alejandreta, en lenguas latinas) acudieron miles de fieles llegados de toda Turquía, donde los católicos son una minoría. Los restos de monseñor Padovese serán ahora trasladados a Milán, donde será enterrado junto a sus familiares.
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