Sólo falta una gota

Barcelona- La lengua de Guardiola está empezando a sangrar de tanto que se la muerde. El técnico respiró muy hondo antes de comparecer ante los medios tras el partido contra el Sporting. Salió un cuarto de hora más tarde de lo que es habitual. No era un día para calentones. El Barça se sobrepuso a Velasco Carballo y al planteamiento de Clemente para seguir agarrado a la Liga. Hay que seguir luchando y hablar de árbitros sólo sería una distracción.
Pero el vaso de la paciencia del Barcelona ya está muy lleno y una gota más lo podría desbordar. El club seguirá la línea marcada por su entrenador en este asunto. No habrá críticas hasta que Guardiola diga basta. Mientras el Barça siga con opciones de Liga, el técnico intentará mantener el mismo tono de respeto hacia el colectivo arbitral. Su manera de quejarse es sutil y educada. Su manera de sentir la resumió a la perfección el sábado: «Si no somos líderes no es por culpa de los colegiados, pero no hemos hecho méritos para estar a diez puntos». Autocrítica y crítica en la misma frase.
Rosell y sus directivos intentan imitar al técnico, con pequeñas o nulas referencias a los arbitrajes, pero el presidente empieza a estar harto por lo que el considera una injusticia. El portavoz de la junta, Toni Freixa, ayer no se contuvo en Twitter: «Ya hemos encontrado otra cosita. Fenomenal trabajo. Grandes profesionales», dijo. El Barcelona se siente muy maltratado por los colegiados y cree que al Madrid le están favoreciendo. También se muerde la lengua Rosell, cuya mayor crítica sobre los arbitrajes ha sido: «La cosa no pinta muy bien este año, pero aún queda mucho».
Sorprendió el sábado el tono crítico de Piqué con Velasco Carballo. El central le acusó de expulsarle «premeditadamente» por una discusión que habían tenido en el túnel de vestuarios al descanso. Un adjetivo que le obligará a responder ante el Comité de Competición, ya que el Comité Técnico de Árbitros ha decidido denunciarle. Piqué, con o sin permiso de su entrenador, alzó la voz de manera rotunda y ahora podría ser sancionado.
Otro motivo de enfado para Guardiola fue la lesión de Alexis Sánchez, que estará entre 10 y 15 días de baja por una pequeña rotura fibrilar en el abdcutor derecho. «Tiene que aprender», comentó el técnico con voz seria. El chileno tiene problemas musculares desde el inicio de temporada y no sentó nada bien que jugara el amistoso ante Ghana.