Nueva Zelanda

El Hobbit continúa con su gafe: una explosión deja dos heridos

La ya célebre maldición que pesa sobre la película de El Hobbit sigue haciendo de las suyas. Una pequeña explosión en uno de los estudios en los que se filma la precuela de El Señor de los Anillos ha herido a dos miembros del equipo, que tuvieron que ser hospitalizados.

Según informa el diario australiano The Sidney Morning Herald, la explosión se produjo en los Stone Street Studios pocos minutos antes de las once y media de la mañana (hora local) del martes 24 de mayo. Según explicó la portavoz de la película, Ceris Price, los dos trabajadores estaban tallando una estatua y fue entonces cuando se produjo la explosión.

Los dos heridos sufrieron leves y se les llevó al hospital por pura precaución. La portavoz también señaló que el incidente "se ha exagerado un poco"por parte de la prensa local, como demuestra el hecho de que la explosión no originara un incendio ni se produjeran mayores daños ni personales ni materiales.

Aunque pequeño, este es el enésimo imprevisto al que se enfrenta la adaptación cinematográfica de la obra de J.R.R. Tolkien. Y teniendo en cuenta sus antecedentes es normal que se le dé notoriedad.

El gafe preside el proyecto desde que hace ya más de un lustro se viene hablando de la adaptación de El Hobbit. Primero fueron unas disputas legales entre Peter Jackson y New Line Cinema las que dejaron el proyecto en punto muerto hasta que a finales de 2007 se anunció el fin de la guerra por los ganancias de la Trilogía del Anillo.

Se ponía en marcha el proyecto con Peter Jackson de nuevo a bordo, aunque en este caso no como director sino como guionista y productor ejecutivo. Tras varios semanas de rumores en enero de 2008 se confirmó a Guillermo del Toro como director y se anunció el calendario: en 2009 se comenzará a rodar y en navidades de 2010 se estrenaría la primera de las dos películas de El Hobbit.

Deserciones, incendios y sindicatos
Pero, tras varios retrasos en la elaboración del guión, la crisis económica llegó y paralizó totalmente la producción. Ante la imposibilidad de la MGM -golpeada duramente por la coyuntura económica- para asegurar la viabilidad del proyecto Guillermo del Toro desertó.

Jackson se quedó compuesto y sin director y, cuando la crisis amainó, no encontró a nadie de garantías para sentarse en la silla. Una silla que decidió volviera a llevar su nombre en la Tierra Media. Una alianza entre New Line, MGM y Warner Bros. permitió dar luz verde al proyecto. Pero fue entonces cuando comenzaron los... imprevistos domésticos.

Primero fue un incendio en uno de los talleres que albergaban de los decorados para la película, luego llegó el boicot de los sindicatos de actores de Nueva Zelanda y posteriormente surgieron acusaciones de racismo en las pruebas del casting.

En enero de este año, cuando todo parecía encarrilado, llegó la úlcera de Sir Peter Jackson. El director tuvo que ser operado de urgencia retrasando varias semanas el comienzo de la filmación.

Si no ocurre ninguna nueva desgracia -lo cual, visto el historial del proyecto parece más que difícil- la primera película de las dos que compondrán El Hobbit llegará los cines en navidades de 2012.