Un fracaso anunciado por Toni Bolaño

Artur Mas ha conseguido sacar adelante su mantra. Ese de que sacará a Cataluña de la crisis y le reducirá el déficit a cero. Ha conseguido un acuerdo en el Parlament para plantear a Rajoy un pacto fiscal que, de facto, saca a Cataluña del régimen común de financiación. El acuerdo cuenta con el apoyo de ecosocialistas y republicanos. Los socialistas no han dado apoyo a la agencia tributaria propia y los populares se han posicionado en contra. Todo esto sucedía escasas horas después de pedir el rescate a España. La reducción galopante de los ingresos, la deuda de 42.000 millones y los vencimientos de 5.775 millones para este año, obligan a Cataluña a pedir auxilio a España. Auxilio, que a juicio de Mas, no sería necesario si el pacto fiscal estuviera funcionando. Sin embargo, el SOS lanzado a España pone de manifiesto una evidencia que Mas ha negado sistemáticamente: el fracaso de la política de los recortes para hacer frente a la crisis porque el problema no está en el gasto, sino en la brutal caída de los ingresos, este año por encima del 20%.

Cataluña está intervenida y Mas no ha convocado elecciones como había amenazado. El PP ha votado en contra del pacto fiscal y ha dejado entrever que sus apoyos en el futuro no serán gratuitos ante un gobierno sin mayoría absoluta.

Los socialistas han hecho sus equilibrios para evitar un choque frontal con el PSOE y, a la vez, se han plantado ante las propuestas más nacionalistas avisando de que no serán la excusa para aventuras independentistas. Mas pondrá en septiembre encima de la mesa de Rajoy lo acordado en el Parlament insinuando que su respuesta condicionará las relaciones entre Cataluña y España. Sin embargo, Mas no tiene en cuenta cuál sera la situación en septiembre. La prima de riesgo está desmadrada y no augura nada bueno. La situación es cambiante a diario y hasta septiembre hay una eternidad. Hoy, Mas estará muy contento, pero sólo ha dado un paso adelante en la historia de un fracaso anunciado.