Europa

Londres

El amor de Picasso tiene un precio

Su nombre era Marie-Thérèse Walter y se convirtió en amante del artista sin haber cumplido los veinte. Sotheby's pone a la venta el martes «La lectura» por 18 millones de euros, un lienzo emblemático que no se ha visto en Europa desde 1932.

"Sur l'imperiale traversant la Seine", de Picasso
"Sur l'imperiale traversant la Seine", de Picassolarazon

Se volvió sencillamente loco por ella. Cambió su vida y revolucionó su obra. Durante años, su relación estuvo oculta ante el mundo reflejándose tan sólo en los símbolos de las pinceladas secretas que tan sólo ellos dos conocían. Pero llegó un momento en el que el artista no pudo reprimir más su obsesión. La relación prohibida de Pablo Picasso y la joven Marie-Thérèse Walter dio lugar a una serie de pinturas consideradas hoy en día como emblema del amor, sexo y deseo en el arte del siglo XX. No es de extrañar por tanto que cada vez que uno de estos lienzos sale a la luz, el mercado se revolucione. Y es que, está comprobado que con el malagueño todo puede pasar, incluso en tiempos de crisis.

La sensual «La lectura», una de las imágenes más reconocibles de esta etapa histórica, se ha convertido en la protagonista indiscutible de la subasta de Sotheby's del próximo 8 de febrero. El lienzo –que representa a la joven en un sillón orejero con un libro abierto sobre su regazo– fue expuesto por última vez en el Museo de Arte Moderno de Nueva York en 1980, pero no se había visto en Europa desde el año en el que fue pintado, en 1932. «Fue entonces cuando el artista no pudo contener por más tiempo sus sentimientos», explica a LA RAZÓN Helena Newman, experta en arte impresionista y moderno. «Se quedó prendido de Marie nada más verla en 1927, pero debido a su matrimonio con la bailarina rusa Olga Khokhlova (de quien saldrá al martillo en la misma sesión un lienzo, «Retrato de Olga» con una estimación entre 1,5 y 2 millones de euros) y a la corta edad de su amante –ella tenía 17 años y él 45– lo mantuvieron en secreto. Durante años, la inmortalizó en sus obras con códigos, pero no fue hasta 1932 cuando la retrató de manera explícita. La pintura es fabulosa y contiene una historia muy íntima», recalca. Marie explicó más tarde cómo había sido su primer encuentro con el artista: «Yo era una niña inocente.

No sabía nada, ni de la vida ni de Picasso… Había ido a hacer algunas compras en las Galerías Lafayette y él me vio salir del metro. Simplemente me cogió del brazo y me dijo: ‘‘¡Yo soy Picasso! Tú y yo vamos a hacer grandes cosas juntos"».

El número uno

El matrimonio con Olga por aquella época ya no funcionaba, pero la bailarina se negaba a admitirlo. A finales de 1931, mientras ella organizaba fiestas de Navidad para demostrar la unidad familiar, el malagueño estaba totalmente centrado en la joven y como liberación a esa creatividad reprimida durante tanto tiempo, la retrató de varias maneras, recostada en el sofá, leyendo, durmiendo… Uno de los lienzos perteneciente a esos momentos, «Desnudo, hojas verdes y busto», devolvió el año pasado al maestro su trono en lel mercado del arte (un comprador anónimo desembolsó 81,9 millones de euros por la obra). El artista malagueño se ha mantenido imbatible en el primer puesto desde 2004 (a excepción de unos meses, también en 2010, en los que Giacometti le arrebató el número uno), cuando se vendió «Muchacho con pipa», en 79,8 millones de euros. «Picasso tiene un atractivo intemporal. Durante su vida su trabajo fue muy valorado y aún hoy mantiene una posición imponente entre los artistas de todas las épocas», asegura Newman. «Sus obras generan expectación cuando salen al martillo porque se mueven en los precios más altos», matiza.

La experta explica que, pese a la crisis, el mercado del arte se encuentra «muy sano» y los compradores están dispuestos a pagar grandes sumas por asegurarse el lote que les interesa. Pese a todo, no se espera que «La lectura» vaya a desbancar a «Desnudo, hojas verdes y busto». La razón fundamental se debe a las dimensiones de ambas piezas. La primera mide 65,5 x 51 centímetros y la segunda de 162 x 130. «La escala de esta última es descomunal, aunque con el malagueño nunca se sabe. Con él nada es imposible. Aunque, la temática de "La Lectura"es espectacular», aseguran desde Sotheby's.

El lienzo muestra a la joven amante en el sofá en azules, morados y amarillos, colores que contrastan con la oscuridad que caracterizó, por ejemplo, los retratos de Dora Maar, su siguiente amante. Marie sufrió un ataque de celos cuando descubrió que en la vida de Picasso había otra mujer. Nunca superó que la dejara por ella. Como tampoco fue capaz de olvidar su muerte: cuando Picasso falleció, la joven se suicidó y dejó huérfana a la hija de ambos.


Distancia con Matisse
En la década de los 30, Henri Matisse también recurrió al escenario del sofá, pero Picasso siempre tuvo la precaución de marcar diferencias con su rival. En verano y otoño de 1932, cuando exhibió «La Lectura» y «El Sueño» –que también representa a su amante– en París y Zurich, optó por colgar los retratos junto a sus composiciones cubistas y surrealistas. En dicha exposición, Picasso puso a la venta el lienzo. En 1940, «La Lectura» pasó a la Galería Valentín Dudensing en Nueva York y más tarde fue adquirida por Keith Warner, propietario de una empresa de fabricación de cuero y apasionado del arte. Finalmente en 1964, David Lloyd Kreeger, magnate de los seguros y coleccionista, se hizo con el lienzo. Hasta el martes.