Actualidad

En busca de un oficio oculto

Comerciales que descubren su interés por el maquillaje, ejecutivos que crean empresas de «delicatessen» u operarios de fábrica que inauguran editoriales.

En busca de un oficio oculto
En busca de un oficio ocultolarazon

El paro alcanza la escalofriante tasa del 22,85%. Si resulta alarmante en términos globales, descender al plano de las economías domésticas es sencillamente desolador. Gema, Roberto, Nuria, Miguel o José Ángel engrosan la nómina de trabajadores cualificados de larga trayectoria que han tenido que resurgir de las cenizas del desempleo para dar un volantazo y encontrar un hueco laboral que les permita dar la mejor versión de sí mismos.

«Después de media vida trabajando en algo que no te gusta –explica Roberto Delgado–, los tiempos de crisis te pueden ofrecer una magnífica oportunidad». Tras una docena de años en una empresa de circuitos impresos recibió la carta de despido. Pero un concurso de televisión fue su golpe de suerte: le hizo ganar un coche que fue la puerta de acceso a su nueva vida. «Lo vendí y monté los mimbres de lo que hoy es mi negocio: abastecer de productos naturales de mi Tudela natal a más de 300 hoteles y restaurantes de Madrid, encabezando una empresa de ocho trabajadores».

Lo que empezó con un viaje a por una sola caja de cogollos ha derivado en un movimiento semanal de tres toneladas de productos «delicatessen» (www.ro-bertodetudela.com): alcachofas de Tudela, cardos enterrados, espárragos, pimiento de Guernica, tomate de huerta, alubia de Tolosa, borraja... «A veces una caída es la mejor forma de afianzarte. Busqué dentro de mí, descubrí mi verdadera vocación y hoy soy un hombre más equilibrado y motivado».

¿Para qué servimos?

Algunos dan ese giro laboral, empujados por las circunstancias, a fuerza de ensayo-error, pero otros recurren a expertos para descubrir su vocación silenciada a golpe de años en trabajos alimenticios. Sara Solano, psicóloga del Gabinete Ecubo (www.e-cubo.es) –pionero en España– se dedica a la «orientación vocacional para adultos».

«Es fácil sentirse perdido a los 18 años al elegir una carrera que determinará nuestra vida, pero no es menos complejo ahondar en nuestras posibilidades para emprender una nueva senda, tras un fracaso, un desempleo o una falta de expectativas emocionales. Cada uno de nosotros conserva intacta en su interior una voz que nos recuerda para qué servimos
realmente. El mundo está lleno de artistas frustrados, empresarios cercenados o profesionales de diversos ámbitos mal encauzados.

De eso nos ocupamos en Ecubo: desvelar la vocación, que es una conjunción entre lo que nos gusta y las habilidades que tenemos para desarrollarlo, además del entrenamiento en superar los puntos débiles». Encontrar, con la menor frustración posible, el perfil profesional adecuado, a fin de sacarle mayor partido y con el menor índice de frustración posible.

A sus 44 años, Gema García ha pasado la mayor parte de su vida en trabajos que no le satisfacían: dependienta, grabadora de datos, supervisora, después de colgar del perchero más próximo su prometedora carrera de filóloga y profesora de baile.

«Hasta el destino me llevó a asistir a un Taller de Constelaciones, y comprendí que esa era la herramienta que buscaba, no sólo para dedicarme a ella, sino para la vida en global. Me formé en el Instituto de Constelaciones Familiares de Brigitte Champetier de Rives y con Bert Hellinger y hoy soy Facilitadora de Constelaciones Familiares (www.gabinetevitoniys.com-https://centro-vitonys.blogspot.com). Es más que un trabajo; es una vocación. Mostrar las dinámicas ocultas de la vida y facilitar su sanación,

ayudar a vivir, a abrirse a la existencia es algo maravilloso que disfruto en cada taller y en cada sesión individual que realizo. Estar al servicio de la vida y de los que quieran estar en ella. Hoy, no estaría en este punto, de no haber sido porque mi situación me puso en el brete de encontrar mi verdadera pasión».

Saltar al vacío
Hay tantos relatos como protagonistas implicados en esta reinvención. Nuria Fuente es otro ejemplo. Trabajadora de un taller, economista de formación, hace no más de un año decidió embarcarse en montar una editorial que va viento en popa: Atanor (www.atanorediciones.com). Con más de 30 títulos «superventas» cuenta entre su nómina de autores con Eric Frattini o Sol Blanco Soler, sin cejar en el intento de seguir optimizando buenos títulos, mejores escritores y una buena oferta de mercado.

«No sabía nada de lo que era el mundo editorial, más allá de mi pasión por los libros. Pero me embarqué. No hay otra forma que el salto al vacío, como en una pirueta circense. Algunos amigos me recriminaban mi locura, pero siempre he pensado que los tiempos de crisis son un buen pasaporte para nuevas oportunidades. A partir de ahora, y a pesar de los malos tiempos que corren, intentaré seguir con la ventaja competitiva en unos tiempos difíciles, ¡hundirse no está en mis planes!».

La experta Sara Solano, matiza los ejemplos: «La vocación es la tendencia que siente una persona hacia determinadas actividades. Se trata de una inclinación natural que ya desde niño se manifiesta o se descubre, pero, con el paso del tiempo, tras muchas capas de carácter, cultura o vida social se esconde. Encontrar nuestro sitio, aunque creamos que es tarde, nos ayuda a responder a nuestros anhelos y lograr la ansiada felicidad. ¿Por qué tras una larga herencia de médicos en una familia, el cuarto vástago también es galeno? ¿Realmente quiere serlo o su deseo es ser mecánico de coches porque tiene cualidades?».

Sara se responde a sí misma: «Sólo somos felices y hacemos felices a nuestro entorno cuando hacemos lo que nos gusta. Pero muchas veces tenemos demasiado miedo a fallar o frustrar las expectativas de los demás. En solamente diez sesiones experienciales en Ecubo, podemos saber qué anida en realidad en cada uno de lo clientes que solicitan nuestra ayuda. ¡Woody Allen y su adicción al diván es sólo carne de cinematografía!».

Del buen hacer de Sara Solano y su equipo son protagonistas Miguel S. y José Ángel J., uno y otro engrosaron las listas del paro durante meses. El primero, como asistente social con dilatada experiencia y el segundo, como ingeniero industrial. Tras pasar por Ecubo hoy acometen un lejano sueño: fabricar amplificadores de válvulas, a imagen y semejanza de los fabricados en los años cincuenta bajo su sello AudioZG.

«Yo pongo mi experiencia técnica –aclara José Ángel– y Miguel su llamado "oído absoluto". Nuestros clientes, bajo demanda, buscan la excelencia de lo audible. De no haber sido por la crisis –matiza Miguel– hubiera sido imposible embarcarnos en esta locura sonora».

Con ayuda terapéutica de gabinetes como Ecubo, reflexionando o explorando nuestras capacidades. Empujados por la necesidad o cumpliendo viejos sueños. El cambio y la reinvención personal se postula como una nueva senda de baldosas amarillas por la que transitar cuando la vida se emborrona, el futuro se torna gris o no vemos más allá de la ruta que nos ha sido marcada. Somos dueños de nuestro futuro... El problema es que aún no lo sabemos.

Cómo pasar de comercial a maquillador

«Ayudamos a personas que no temen conocerse –argumenta Sara Solano–, tanto de manera eficiente como clarificadora, mediante el entrenamiento adecuado y el fortalecimiento de sus capacidades». Las palabras de la experta se postulan como una buena vía para el cambio: «¿Cómo si no descubrir el maquillador que llevaba dentro, alguien que diez años antes invertía doce horas diarias en vender conectores para una multinacional? Trabajando su potencial, sus anhelos, capacidades (innatas o aprendidas) y fortaleciendo sus puntos débiles.

Al principio temía hasta verbalizarlo. Su familia le apoyó. Hoy es un hombre nuevo, rodeado de carmín, rímel y maquillaje, embelleciendo a decenas de mujeres, que era su verdadera pasión: el culto a la belleza femenina.