«La OTAN nos ha decepcionado Está dejando a Gadafi matar a los libios»

Bengasi- Tras llevar días bajo los misiles de Gadafi, los rebeldes están más desesperados que nunca y su indignación respecto a la OTAN aumenta. No entienden por qué la Alianza ha limitado sus operaciones en el este –donde el ejército revolucionario no consigue hacerse con Brega– y no interviene en las localidades asediadas por Gadafi en el oeste, en especial en Misrata. El jefe militar de los rebeldes, el general Abdelfatah Yunes, reconoció que «la OTAN nos ha decepcionado, no nos ha ofrecido lo que necesitábamos y está dejando a las fuerzas de Gadafi matar a los libios».

Los revolucionarios están muy decepcionados porque los aliados no se muestran dispuestos a proporcionarlos armas. Un representante rebelde, Yalal al Gamal, confirmó a LA RAZÓN que quieren comprar armas y están en contacto con varios países, pero que si ningún Gobierno colabora, buscarán las armas por otras vías. «La OTAN debería suministrarnos armamento si aplicara la resolución de la ONU en la que se respaldan todas las medidas necesarias para proteger a los civiles», dice y asegura que los rebeldes tienen dinero de sobra para adquirirlas. De hecho, el enviado de la ONU para Libia, Abdel Ilah Mohamed Al Jatib, admitió que los sublevados empezarán a exportar crudo.

Los rebeldes están usando las viejas armas que robaron de las bases de Gadafi y también las capturadas en el campo de batalla. Un cargamento de éstas habría salido desde Bengasi a Misrata en varias embarcaciones, que pretendían enviar refuerzos a los rebeldes de la ciudad, donde denuncian que está teniendo lugar una «matanza». Los barcos fueron interceptados por buques turcos, desplegados en la misión de la OTAN en el Mediterráneo, y obligados a regresar a puerto, relataron miembros de la tripulación. Este incidente amenaza con desatar la ira de los rebeldes, que niegan enviar armas a Misrata, pero hacen todo lo posible para ayudar a las ciudades asediadas, según su portavoz.