Navarra
ANÁLISIS: Los resultados del PP rompen la hoja de ruta pactada con ETA por Jesús María Zuloaga
La banda, obligada a rediseñar su estrategia tras la victoria de Rajoy
La mayoría absoluta lograda por el Partido Popular es algo que no le gustaba a ETA y su entramado; y, además, no entraba dentro de la «hoja de ruta» que el PSOE y el PNV habían pactado, a través de intermediarios, con la banda, según expertos, consultados por LA RAZÓN.
El plan, con el alto el fuego y el supuesto fin de las actividades armadas, por un lado; y la legalización de Bildu y no poner pegas a la presentación a las elecciones generales de Amaiur, por el otro; había sido diseñado para que los socialistas pudieran seguir en el poder o, en su defecto, que el PP no alcanzara la mayoría absoluta y se viera condicionado por los nacionalistas y otros grupos .
«Cronograma»
La hoja de ruta, o «cronograma», como lo llama ETA en sus documentos, que publicó en exclusiva este periódico, incluían una serie de pasos que se deberían dar a partir de la celebración de las elecciones generales, siempre que se hubiesen cumplido las expectativas de voto que habían previsto. Al vencer el PP con mayoría absoluta, todo ha quedado en el aire por lo que habrá que estar atentos a los movimientos de ETA y su entramado en los dos próximos meses.
A este respecto, los expertos consultados subrayan la importancia de que se «inviertan las cosas». Hasta ahora, eran el PSOE y el PNV los que metían prisa a ETA (con la amenaza de que «viene el PP», entre otros argumentos de «peso») y la banda podía medir los tiempos, según sus conveniencias. Ahora, los que tienen prisa son los terroristas, por lo que lo que procede es actuar con tranquilidad y extrema cautela.
De hecho, durante la campaña electoral, Mariano Rajoy ha dejado claro que se va a cumplir la ley. Es la «postura más inteligente», agregaron. Si un preso pide el tercer grado penitenciario (porque ETA, al menos antes de conocer el resultado de las elecciones, ha autorizado peticiones individuales dentro de una postura colectiva) y el juez se le concede, no hay nada que objetar. Pero sin que haya cesiones, ni negociaciones por medio.
En la última entrevista que ETA hizo publicar en «Gara», los pistoleros dieron a entender que Rajoy había sido informado sobre la «hoja de ruta». Para la banda, era fundamental que los dos partidos mayoritarios estuvieran de acuerdo, con el fin de que, en caso de cambio de Gobierno, sus planes no se vieran truncados. El futuro presidente del Ejecutivo se dio cuenta de la «envolvente» que le querían hacer y no entró al trapo. Se limitó a contestar que no iba a hacer campaña electoral a otros.
Los resultados del domingo han colocado a los terroristas en una situación incómoda, ya que no pueden seguir con el «cronograma» pactado, en el que los presos; la vuelta de los exilados y huidos; y la salida de las Fuerzas de Seguridad y los Ejércitos del País Vasco y Navarra, eran asuntos prioritarios.
El Gobierno que forme Mariano Rajoy, subrayaron los expertos, tiene las manos libres, no está comprometido por los acuerdos a que llegaron socialistas y nacionalistas sobre la «hoja de ruta» y puede afrontar este asunto con el tiempo y la información (que le pueden aportar las Fuerzas de Seguridad) necesarios. De momento, lo mejor es no mover un dedo, que sean los terroristas y su entramado político (ya han empezado a hacerlo) los que se mojen. El hecho de que excluir a Amaiur de los próximos contactos políticos, se considera un acierto de Rajoy. Tras los resultados del domingo, ETA va a seguir con su política de dejar hacer a su brazo político para ver hasta dónde puede llegar, consciente de que la situación ha cambiado. El problema de Amaiur es que se ha de mover en una Cámara de 350 diputados, en la que sólo cuenta con siete. Tiene que aceptar, le guste o no, el juego de las mayorías y las minorías. Lo contrario, no resultaría democrático.
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