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Los propietarios buscan abaratar el mantenimiento

Apuestan por ganadería y cultivo, pero hay trabajas legales

Los propietarios buscan abaratar el mantenimiento
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Santa Cristina d'Aro- Ante el riesgo de incendios debido al deficiente mantenimiento de los bosques por la elevada inversión que supone, los propietarios privados estudian alterantivas menos costosas que garanticen la buena gestión de estos espacios.
Una opción es la introducción de ganado, como la vaca de la albera, un ejemplar subvencionado que se alimenta principalmente de sotobosque, por lo que contribuiría a mantener la zona en la que pasta limpia, ahorrando al propietario los continuas actuaciones de limpieza y mantenimiento. Según cálculos aproximados, en un semestre 30 vacas pueden limpiar unas 10 hectáreas de sotobosque, lo que al año supondría un ahorro de unos 18.000 euros.
Además, el coste de mantenimiento de estos animales es mínimo, puesto que apenas necesitarían un cercado, un abrevadero y pienso como complemento alimenticio. Por contra, las vacas de la albera pueden proporcionar unos ingresos adicionales a través de la venta de su carne potenciando su carácter ecológico. El principal y único problema de esta alternativa es ponerla en práctica, puesto que la burocracia y gestiones adminitstrativas que requiere el recibir la autorización municipal para llevarla a cabo es lenta y farragosa. A modo de ejemplo, el propietario de una prpiedad forestal en el Baix Empordà que mencionábamos con anterioridad lleva desde octubre de 2011 esperando la autorización pertinente.
Más complicado aún es poder llevar a cabo la segunda alternativa, que sería la de reintroducir zonas de cultivo en el territorio forestal. Esta iniciativa garantizaría la existencia de claros, que durante un incendio podrían hacer de cortafuegos y servir a los bomberos como lugar donde apostar sus camiones para proceder a apagar el fuego, así como supondrían un área de bosque totalmente limpia. El principal contratiempo es que la normativa no lo permite, con lo que conseguir los permisos para desarrrollar esta actividad supondría una dura lucha. Por ejemplo, el plan forestal existente en la zona afectada por el incendio en el Baix Empordà es la de Espacio de Interés Natural y éste no contempla dicha posibilidad. Y es que, a veces, la obsesión por proteger y mantener nuestros bosques da lugar a una normativa demasiado restrictiva y proteccionista, como señala el ingeniero forestal Josep Maria Dilme, «dejar de actuar en un bosque en el que ya se ha actuado es alterarlo». «Los espacios forestales son el equilibrio entre la acción humana y la evolción de la naturaleza».
Por último, la tercera alternativa que aglutinaría las otras dos es la de subvencionar la producción porque se fomentaría actuar.


El alcornoque, árbol del fuego
En los bosques del Baix Empordà conviven los pinos, las encinas y los alcornoques, su especie más representativa. Éstos son productores de corcho, material que ha bajado mucho de precio (1.000 euros la tonelada en 4 años), pero son supervivientes de los incendios, ya que gracias a la capa de corcho que les recubre, el esqueleto del árbol queda protegido y al poco tiempo rebrota.