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OPINIÓN: Emprende

La Razón
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En el congreso de la European Business Ethics Network, que se celebró hace unos días en Bélgica, tras presentar mi ponencia sobre coaching, aprendí un nuevo concepto relacionado con el mundo de los Recursos Humanos (RRHH): «Intraprendedor». Se da este nombre al empleado que tiene iniciativa, empuje e ideas para que su empresa logre hacer mejor las cosas, innove, sea capaz de crear nuevos productos, etc. Por decirlo de alguna forma, es un «emprendedor» dentro de su empresa.
Este concepto me pareció tan interesante como difícil de encontrar en nuestro país, ya que el tejido empresarial está formado mayoritariamente por pymes, donde el jefe quiere que las cosas se hagan como a él le gustan. Nunca tiene tiempo para escuchar ideas de otros y es habitual la frase «aquí mando yo, y al que no le guste...». Así es casi imposible encontrar un intraprendedor. También es utópico para nuestras grandes empresas, donde la «funcionaritis», que afecta a la mayoría de los mandos intermedios de las organizaciones, hace que estén más preocupados por mantenerse en su puesto, «sin molestar a los de arriba», que en escuchar ideas para mejorar la organización y hacer mejor el trabajo.
En resumen, los «intraprendedores» pueden ser la base de la gestión del talento. Las compañías, grandes y pequeñas, que deseen seleccionar, formar y retener el talento, no deberían desaprovechar esa «rara avis» que es un empleado emprendedor dentro de la empresa, con ideas para su mejora y crecimiento.