España

Arranca la campaña presidencial en Portugal marcada por el temor a un rescate

La campaña para los comicios presidenciales del próximo día 23 en Portugal comenzó oficialmente hoy, marcada por el temor a que la presión de los mercados obligue al país a recurrir a la ayuda externa y las acusaciones de tráfico de influencias hacia el favorito a la reelección, Aníbal Cavaco Silva.

Ya la semana pasada los inversores mostraron su desconfianza sobre la situación del país, recelosos de su elevado déficit público y de que no pueda cumplir con sus obligaciones financieras, lo que ha disparado las especulaciones sobre un posible rescate de la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Cada vez es más agobiante la presión de los mercados sobre Portugal, lo que se tradujo en la subida de los intereses sobre su deuda soberana hasta máximos históricos (por encima del 7%) esta última semana.

En los primeros días de 2011, el país también vio aumentar el paro (+0,8% en noviembre), menguar la confianza de consumidores y empresarios a niveles nunca conocidos antes y caer con fuerza la Bolsa de Lisboa (-3,9%).

Por contra, la semana pasada Portugal anunció que creció en 2010 el doble de lo esperado, en torno al 1,4 por ciento, y que el objetivo de reducir el déficit público en dos puntos respecto al año anterior, hasta el 7,3 por ciento, se había cumplido con éxito.

Dos positivas noticias para el país que fueron anunciadas por el primer ministro luso, José Sócrates, ante el Parlamento el viernes, pero que tuvieron un reducido impacto entre los inversores.

Ayer mismo, la revista alemana "Deir Zeitung"indicaba en su versión web que los gobiernos de Francia y Alemania estudian pedir a Portugal que solicite cuanto antes la ayuda de la UE y el FMI.

El Ejecutivo luso, por su parte, insiste en que no se plantea recurrir a la ayuda externa y que, a nivel macroeconómico, el país presenta datos que no le hacen merecedor de la desconfianza de los mercados. Los inversores, sin embargo, parecen centrarse más en las necesidades de financiación de Portugal, que se estiman en cerca de 20.000 millones de euros.