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Poda profunda por Fernando de Haro

La Razón
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Al PSOE lo sostienen en este momento las siglas. Este fin de semana sus líderes han vendido la especie de que el plan de estímulo de Roma ha sido una victoria suya. Rubalcaba ha reivindicado la paternidad de la idea. Pero el mensaje volverá a fracasar. Será porque muchos españoles tienen muy presente que el desastre es herencia de Zapatero, será porque Rubalcaba dice a la una de la tarde que el Gobierno nos lleva al precipicio, y a la una y veinte pide un pacto con Rajoy, será porque la imagen de división en el 38 Congreso ha sido demasiado clamorosa, será por lo que sea pero el caso es que los socialistas no se encuentran. Desde el barómetro del CIS de mayo todas las encuestas han reflejado la misma tendencia. El desgaste de la crisis no les hace recuperar apenas un puñado de los casi cuatro millones y medio de votos que perdieron en noviembre del año pasado. Los descontentos de centro apoyan a UpyD y los descontentos de izquierda a IU. Desde González el éxito del PSOE fue ocupar un amplio registro sociológico que iba desde lo que los expertos llaman el centro-centro a la izquierda. Parece que eso va a tardar en volver. La poda ha sido profunda. Por eso algunos acarician la esperanza de que un adelanto de las primarias y la victoria del «chaconismo» –a la tercera va la vencida–pueda ser una solución. Pero Chacón representa el pasado, la insoportable levedad de la época Zapatero. Y si algo están aprendiendo los españoles en esta crisis, sean de derecha, centro o izquierda, es que la realidad lejos de ser leve, pesa. ¡Vaya si pesa! La renovación tiene que ser auténtica.