Alumnos
Los alumnos con «tupper» pagarán 3 euros en Cataluña
Los padres afirman que el precio fijado es «una tomadura de pelo»
BARCELONA- Después de pasar un curso debatiendo si los alumnos podían o no llevar el «tupper» a los centros con comida casera a la hora de comer, la Generalitat ha puesto precio al uso de la fiambrera, una decisión que no ha gustado a las familias por el «elevado» tope que ha fijado. La directora general de Atención a la Familia y Comunidad Educativa de la Conselleria de Enseñanza, Meritxell Ruiz, fijó ayer el máximo por guardar la fiambrera en la nevera, usar el microondas, estar vigilado por un monitor y poder limpiar el «tupper» antes de subir a clase: la mitad de lo que cuesta una comida en un centro público, que tiene como tope 6,20 euros. Ruiz precisó que el porcentaje de ahorro dependerá del número de usuarios que se sumen a la iniciativa.
La respuesta de las familias no se hizo esperar ni un par de horas. La Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (Ceapa) y la Confederación Católica de Asociaciones de Padres de familia y Padres de Alumnos (Concapa) tildaron de «excesivo» y de una «barbaridad» el precio que supondrá poder comer alimentos comprados por las propias familias en los centros. En declaraciones a Ep, el presidente de la Ceapa, Jesús María Sánchez, consideró una «tomadura de pelo» que, si los precios de comedor rondan los cinco euros, «se quiera cobrar tres por la utilización de los espacios», ya que hay «muy poca diferencia» entre una opción y otra.
La Ceapa ya esperaba encontrarse con un cobro por poder mantener en frío y calentar las comidas en los centros. «Sabíamos que no iba a ser gratis, desgraciadamente, hemos tenido razón», precisó Sánchez.
Por su parte, el presidente de la Concapa, Luis Carbonel, resaltó que si la mayoría de los padres escogen llevar la fiambrera a los centros «lo hacen por dificultades económicas. Es excesivo cobrar esa cantidad por ocupar el espacio del comedor», indicó. Carbonel vaticinó que habrá padres que desistan de usar el «tupper» y apuesten por el modelo británico, con desayunos «más completos, de forma que la comida se haga al regresar del colegio».
Desde el Govern insisten en que el 85% de los menús escolares cumplen con las recomendaciones para una comida saludable, según un estudio elaborado a 273.846 estudiantes. En Cataluña, cuatro de cada seis niños de entre 6 y 10 años sufren exceso de peso debido a sus costumbres sedentarias, los malos hábitos alimentarios y a la falta de la práctica deportiva. Las becas comedor han sufrido un recorte de un 3,7 millones sólo en 2011.
Los centros concertados, más baratos
La precio que ha fijado la Generalitat por llevar el «tupper» a los centros públicos es superior al que pagan los alumnos que comen de fiambrera en la concertada. En el centro Súnion de Barcelona, hay tres neveras para guardar las fiambreras de los escolares. En este centro, comer tres días en el comedor cuesta 95 euros al mes, mientras que si el alumno trae la comida de casa paga 16 euros por usar los cubiertos, pan y agua, así como la asistencia y la vigilancia.
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