Rembrandt amplía su canon

LA HAYA- Un grupo de investigadores holandeses han sorprendido al mundo del arte al descubrir un nuevo cuadro, hasta ahora desconocido, de Rembrandt (1606-1669), uno de los grandes maestros de la pintura. La tela es el retrato de un hombre mayor con una espesa barba blanca, y una mirada cargada de energía, como si se negara a rendirse a las evidencias de la edad, según informó ayer Efe. La obra, titulada «Hombre con barba», fue al parecer pintada por Rembrandt van Rijn en torno a 1630, coincidiendo con la última época de su estancia en Leiden, su ciudad natal, situada al suroeste de Holanda.

Según declaraciones de uno de los investigadores que participaban en la identificación de este cuadro, Ernst van de Wetering, se ha conseguido confirmar la autoría del maestro del Siglo de Oro holandés gracias a una avanzada técnica de escáneres que se ha aplicado al conjunto de la tela.

De hecho, la sorpresa ha sido mucho mayor de lo que se esperaba cuando se intentó analizar todas las capas de la obra. A través de este método se ha conseguido descubrir que debajo de esta pintura hay otra, por lo menos, tan importante como la que existe en superficie y que el artista, por diferentes motivos, habría deshechado. A través de ese estudio se ha podido comprobar que esta composición se pintó sobre un autorretrato de Rembrandt.

El coleccionista particular que en estos momento posee la obra la va a prestar próximamente y de manera temporal a la Casa Museo de Rembrandt, que se encuentra en el centro de Ámsterdam, ciudad que en mayo de 2012 la va a incluir en el itinerario de una de las exposiciones que tiene programada. Desde 2008 no se había descubierto ningún nuevo trabajo del famoso pintor holandés, conocido por su dominio de la técnica del claroscuro, y que de vez en cuando suele acaparar la atención por una atribución o aparición inesperada. De momento, lo que se conoce de «Hombre con barba», un óleo de dimensiones reducidas, es que es un trabajo muy pulcro y sincero, que causa gran impresión en el espectador y que concentra casi toda su fuerza en la mirada. Ahí es donde el artista ha volcado, más que en los pliegues de las arrugas y en la manera de tratar la piel, la edad del retratado.

Un cara a cara consigo mismo
Probablemente Rembrandt es uno de los artistas que más veces haya acometido su autorretrato en la historia de la pintura, un género que ha dado obras de enorme belleza y maestría. De hecho, podría realizarse una exposición sólo con los cuadros que dedicó a dibujarse a sí mismo y a reflejar el paulatino deterioro de su rostro desde sus años de juventud hasta los de vejez. Una evolución que va pareja a la de su propia técnica (de hecho, es uno de los artistas indiscutibles del claroscuro) y que le ha convertido en uno de las firmas más preciadas en todas las colecciones.