Galicia

Síndrome Andreotti por Fernando de Haro

La Razón
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En España está mal visto citar a Andreotti. Los que siempre se sintieron incómodos con la democraciacristiana han conseguido convertirlo en una especie de demonio de la política. Alguna vez habrá que empezar a rescatarlo. Desde luego su sabiduría es la que mejor explica cómo están las cosas a menos de una semana de las elecciones en Galicia. Es sabido que el político italiano sostenía que lo que desgasta no es el poder sino no tenerlo. Y eso es lo que refleja la encuesta de NC Report para LA RAZÓN. Núñez Feijóo revalida su mayoría absoluta y puede incluso aumentarla hasta 39 diputados. Tras dos años y medio al frente de la Xunta, en mitad de una severa crisis, el respaldo se mantendría. El líder de los populares gallegos no se habría equivocado en su arriesgada apuesta de buscar un plus de legitimidad cuando adelantó la cita con las urnas. La victoria de las elecciones gallegas en 2009 marcó el inicio del cambio de ciclo a favor del PP. Y los actuales comicios gallegos volverán a leerse en clave nacional. Rubalcaba los presenta así. Si, como dice el secretario general del PSOE, Rajoy se la juega en Galicia, con este resultado el presidente del Gobierno puede estar más que tranquilo. Puede argumentar que, a pesar de los sacrificios que exigen sus políticas, la gente comprende lo que está haciendo. Se quitaría así la espina de las andaluzas. Los socialistas pierden dos diputados, los dos en La Coruña. El cabeza de lista en esta provincia es Francisco Caamaño, el ex ministro de Justicia que recuerda quizá demasiado a Zapatero. También retrocede el BNG, en este caso un diputado en Pontevedra. Los votos del BNG y de los socialistas van a Alternativa Galega de Esquerda, que entra en el Parlamento gracias al tirón del histórico Beiras en Coruña. En Moncloa contienen la respiración.