Bruselas

El hombre que devolvió la credibilidad al Banco de Italia

El italiano Mario Draghi, el hombre que ha devuelto en los últimos años al Banco de Italia la credibilidad perdida, tiene ahora por delante un nuevo reto, el de sustituir a Jean-Claude Trichet al frente del Banco Central Europeo (BCE).

La ratificación de Draghi como próximo presidente del BCE a partir de noviembre ha sido una de las decisiones adoptadas hoy por los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea (UE), en el marco del Consejo Europeo celebrado en Bruselas.

Draghi, que en su camino hacia Fráncfort ha tenido que superar varios escollos, entre ellos su pasaporte italiano, se enfrentará ahora a la complicada labor de guiar la política monetaria europea en uno de sus períodos más difíciles.

Un ámbito en el que el futuro presidente del BCE ha defendido, en sus últimas intervenciones, la necesidad de mantener las políticas para que la inflación siga en niveles bajos en la zona euro, con el objetivo de reducir la prima de riesgo que pagan los gobiernos europeos por sus emisiones de deuda.

Asimismo, Draghi ha destacado la importancia de acometer reformas estructurales porque, según él, "no hay otra forma de luchar contra la pérdida de competitividad"de algunos estados miembros, en particular los de la periferia.

También ha instado a la creación de bonos europeos como posible solución a la crisis de la deuda soberana en la zona euro y ha abogado por una unión económica "más estrecha"entre los países que la conforman.

Hace poco más de un mes, Draghi recibió el apoyo de todos los países de la eurozona para ser el sustituto de Trichet, incluido el de Alemania, que en un principio prefería al exgobernador del Bundesbank (banco central germano) Axel Weber, defensor de políticas muy estrictas en el control de la inflación, pero que acabó retirándose de la carrera por el puesto.

Con todo, en los últimos días Draghi fue preguntado por los eurodiputados por su papel como exvicepresidente del banco de inversiones estadounidenses Goldman Sachs, que ayudó al anterior Gobierno griego a maquillar el estado precario de sus finanzas públicas.

El gobernador del Banco de Italia se defendió alegando que esas prácticas se habían producido antes de su entrada en la empresa en 2006, al tiempo que aseguró que, mientras fue directivo de Goldman Sachs, optó por dedicarse de forma exclusiva a los negocios con clientes del sector privado para evitar conflictos de intereses.

Draghi llega al frente del BCE tras más de cinco años como máximo responsable del Banco de Italia, en uno de los períodos más complicados para esta institución. Y es que, cuando fue nombrado gobernador a finales de 2005, tenía por delante la compleja tarea de devolver a la institución la credibilidad perdida, que comenzó a desmoronarse con las quiebras de las empresas alimentarias Parmalat y Cirio y cayó en picado tras la discutida actuación del entonces gobernador Antonio Fazio en las opas lanzadas contra BNL y Antonveneta.

Según los expertos, Draghi cumplió con el objetivo. "Desde el punto de vista institucional ha sido muy eficaz, ha devuelto una gran credibilidad a este órgano", dijo a Efe el profesor de Economía Monetaria de la Universidad LUISS de Roma, Giorgio di Giorgio.

Una larga experiencia en puestos de responsabilidad

Nacido en Roma en 1947, Draghi es catedrático en Economía, ha ocupado un puesto en el consejo de administración del Banco Mundial y estuvo diez años al frente de la dirección general del Tesoro en Italia. En su país es conocido como el artífice de las grandes privatizaciones y por ser el autor de la ley sobre las Ofertas Públicas de Adquisición (OPA), que lleva su nombre.

Tras licenciarse con la máxima nota en Economía por la Universidad de Roma La Sapienza con el estudio "Integración económica y variaciones de las tasas de cambio", obtuvo en 1976 el doctorado en Economía por el Instituto Tecnológico de Massachussets con la tesis "Essays on Economic Theory and Applications".

Entre 1975 y 1978 se dedicó a la docencia en diferentes universidades italianas y, desde 1984 a 1990, fue director ejecutivo del Banco Mundial. En 1990 fue nombrado asesor del Banco de Italia y, un año después, director general del Tesoro, cargo que ocupó hasta 2001.

Casado y padre de dos hijos, Draghi es un hombre discreto, considerado de perfil más anglosajón que italiano y poco dado a aparecer en los medios de comunicación, en una época en la que Italia y, sobre todo su clase política, se han visto azotadas por escándalos de todo tipo.