Elecciones municipales

Vitoria y San Sebastián la cara y la cruz

La Razón
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MADRID- La capital alavesa vuelve a tener un alcalde «popular». En un pleno que transcurrió con total normalidad, el nuevo regidor, Javier Maroto, aprovechó su discurso de investidura para marcar las líneas principales de su actuación: luchar contra la crisis económica, para lo que habrá que adoptar «medidas difíciles» y gobernar para todos los vitorianos, con independencia de su ideología. Así, se comprometió a «liderar un proyecto compartido entre todos, en la que todos los vitorianos tengan cabida, independientemente de su ideología, de cómo piensen de sus puntos de vista».
Y su prioridad al frente del Consistorio vitoriano viene a coincidir con la preocupación principal de los ciudadanos, la lucha contra el paro. «Mi gran prioridad es la lucha contra la crisis y el desempleo y la necesidad de ofrecer más oportunidades de empleo en la capital alavesa, sobre todo a los más jóvenes». Fue un discurso pegado a la realidad y al sentir de los ciudadanos, sin espacio ni lugar para la demagogia, y menos aún, en relación con los presos de ETA.
Donde sí se escucharon ese tipo de mensajes fue en el Ayuntamiento de San Sebastián, la nueva «perla» de Bildu. El nuevo alcalde habló más bien poco de la grave crisis económica de la que la capital donostiarra no escapa. En cambio, se lanzó a la calle a jalonar gritos de «independencia» con el centenar de seguidores que estaban allí concentrados. Su discurso, tras recibir la makila de manos del socialista Odón Elorza, lo aprovechó para difundir el mensaje batasuno de siempre: solución al «conflicto político», no más detenciones y «solución definitiva» a los presos etarras.