Estados Unidos

Tiger Woods pendiente de la caridad

Tiger Woods sigue siendo el número uno del mundo, puesto que ocupa de forma ininterrumpida desde 2005 , aunque cada vez está más acorralado. Phil Mickelson se acerca, pero no pudo aprovechar que el «Tigre» terminara vigésimo octavo en el último «grande» de la temporada, la PGA. Ese resultado fue una nueva decepción en un año para olvidar del mejor golfista del planeta.

Tiger, pendiente de la caridad
Tiger, pendiente de la caridadlarazon

Los problemas personales, las múltiples infidelidades que salieron a la luz y el altercado con su mujer le hicieron retirarse del golf durante medio año. Regresó, pero no ha vuelto a ser el mismo.
Y como lo que va mal es susceptible de ir peor, a Tiger se le acumulan los problemas. Sus pobres resultados le dejan fuera de los ocho jugadores que se han clasificado directamente para la Ryder Cup, el torneo que se celebra cada dos años en el que se enfrentan Estados Unidos contra Europa, y que se disputa del 1 al 3 de octubre en Gales. Ahora espera la caridad del capitán norteamericano, Corey Pavin, que debe elegir por invitación a los cuatro golfistas restantes del equipo.


Woods no aguarda sentado. Antes de la PGA aseguró que no quería que utilizaran una invitación en él, que lo lograría por méritos propios, pero después de su nuevo fracaso ya está haciendo campaña para ser uno de los elegidos. «Creo que tengo una oportunidad de poder ayudar en los partidos individuales. Siento que mi juego es un poco mejor que la semana pasada y teniendo un poco más de tiempo comenzará a dirigirse en la dirección correcta», indicó.


Y Pavin se deja querer. Da pistas de lo que hará: «Tiger es el número uno» o «está jugando mejor. Creo que todos hemos visto eso y que quiere ser parte del equipo». Aunque también se hace el misterioso: «Va a ser mi decisión y lo estoy considerando mucho». El sí parece seguro.
Woods reconoce que ha intercambiado muchas llamadas y mensajes con el capitán. «Espero que me llame para decirme que me incluye», insistió. La Ryder Cup nunca ha sido la competición preferida de Tiger. No ha tenido actuaciones notables. Quizá ahora cambie la historia: está mal en los torneos individuales y puede que funcione en los colectivos. El último «grande» que conquistó fue el US Open de 2008. Demasiado tiempo para un jugador que tiene en su palmarés 14 torneos de los importantes.