Calatrava otro dislate

Ya está bien de disparates. Entiendo que Castellón quiera un edificio emblemático y que reivindique igualdad con las otras dos capitales. Pero ¡tiene que ser Calatrava! después de las experiencias despilfarradoras vividas. Mejor corregir errores que continuar con otro dislate.
Es lógico que el Ayuntamiento de Castellón exija la construcción de su Centro de Convenciones, pero aún está a tiempo de que lo haga otro. El saco sin fondo que significa una obra Calatrava, no puede tener patente de corso. Ya se ve lo que viene, como ha sucedido con el Ágora, como último ejemplo: un sobrecoste desproporcionado. Con el agravante de que ya están avisados. Antes de empezar, de 60 millones de euros presupuestados en 2008, se han pasado a 100 millones. Eso que hay crisis y todo en el sector de la construcción, ha bajado de precio.
Más vale dar por perdido lo que haya hecho hasta ahora ese valenciano universal que continuar con el despropósito. Si no sirve la racionalidad, que sirva el escandaloso agravio comparativo. Si, como es de temer la cosa sigue adelante, al menos que cobre lo que percibe por el mundo el tres o el cuatro por ciento y no el 13 ó el 14 que cobra a los valencianos. Así es la vida