Bilbao

La etarra Idoia Mendizabal «orgullosa» de su militancia en la banda terrorista

La etarra Idoia Mendizabal ha reconocido ser integrante de la banda terrorista ETA y se ha manifestado "orgullosa"de su militancia durante un juicio en la Audiencia Nacional por la colocación, el 4 de marzo de 2002, de una bomba en los baños de caballeros de la Bolsa de Bilbao que no llegó a explotar.

"Soy militante de ETA, estoy orgullosa de mi militancia y, como no le doy ninguna legitimidad a este tribunal, no voy a contestar a ninguna pregunta", ha señalado la acusada, para la que el fiscal Luis Barroso ha pedido diez años de cárcel por la comisión de un delito de estragos terroristas.

El representante del Ministerio Público ha sostenido que Mendizabal formaba parte del 'comando Olaia' junto a Garikoitz Aspiazu Rubina, 'Txeroki', y Asier Arzalluz. La Ertzaintza encontró huellas de los tres en una vivienda que ocupaban en la localidad vizcaína de Amorebieta y que fue alquilada por el también etarra Gorka Martínez Arkarazo, quien reconoció tras ser detenido la actividad terrorista de sus compañeros.

En la vista oral, que ha quedado vista para sentencia, Martínez Arkarazo ha declarado que sólo ha coincidido con la acusada en la Audiencia Nacional y que no recordaba "haberla conocido en la calle". "No recuerdo haber convivido con ella en Amorebieta", ha señalado antes de indicar que realizó su declaración inculpatoria en contra de su "voluntad".

El fiscal también ha esgrimido como pruebas una anotación incautada a la banda en la que se mencionaba el atentado contra la Bolsa, del que se recibió un aviso en el diario 'Gara' y otro en la DYA de Bilbao, así como el hallazgo de 17 huellas en el lugar del atentado.

Los testigos y peritos de la Ertzaintza que han comparecido ante el tribunal han explicado que el artefacto contenía 20 kilos de cloratita y, de no haber sido desactivado, podría haber provocado "cuantiosos daños materiales en la base del edificio"y la muerte de las personas que "hubieran pasado por allí".

La bomba, que estaba oculta en una bolsa, no llegó a explosionar al no funcionar de forma correcta el sistema de iniciación. El atentado fue reivindicado por ETA en un comunicado emitido un mes más tarde.

Mendizabal fue condenada a 377 años de cárcel por su participación en el intento de asesinato de la teniente de alcalde de Portugalete (Vizcaya) Esther Cabezudo, el 28 de febrero de 2002, mediante la colocación de un 'carrito bomba' que debía estallar a su paso por la calle que conducía al Ayuntamiento.