Londres

Deborah Warner directora de escena: «El teatro debe zarandearnos»

Deborah Warner, directora de escena: «El teatro debe zarandearnos»
Deborah Warner, directora de escena: «El teatro debe zarandearnos»larazon

La directora británica más aplaudida ha demostrado en Madrid los últimos años su maestría con montajes como «Julius Caesar» y «Happy Days». El Festival de Otoño la trae una vez más, de nuevo con su actriz fetiche, Fiona Shaw, y con un poema escenificado, «The Waste Land», de T. S. Eliot, que estrenó hace 15 años.-«The Waste Land» es uno de los hitos de la poesía británica. ¿Llevarlo a escena le ayuda a arrojar luz sobre su significado?-Fiona ha interpretado «The Waste Land» por todo el mundo y el público ha podido comprender mejor este «montón de imágenes rotas», como Eliot lo describió. Fiona nos conduce a través de su trabajo iluminando este texto seminal, pero lo hace de tal manera que nos roba el aliento. Su abanico emocional es impresionante. Convierte lo que podría ser un simple recital de poesía en un acto de puro teatro. Cuando la has visto en este poema, creo que muy pocos siguen pensando que es difícil u oscuro.-«Abril es el mes más cruel», reza el célebre primer verso. ¿Será junio cruel para el público español? ¿Es un poema árido?-Hay mucho mito alrededor de este poema. Es demasiado grande para describirlo sin más como esto o aquello. Sorprende ver lo divertido, lo conmovedor y lo emocionante que es. Lo que más me chocó la última vez, en Londres, fue cuánto del poema tiene que ver con relaciones sexuales fallidas e insatisfactorias. Buena parte trata de nuestras debilidades. Para mí, el efecto acumulativo de estos de 33 minutos levanta el ánimo. Hay en él, como en la tragedia griega, una catarsis.-¿De qué habla el poema?-Básicamente, «The Waste Land» trata de la búsqueda de una forma en un mundo que sufre colapso nervioso. Como toda la buena poesía, trata de los grandes temas –la vida y la muerte, el sentido enfrentado al sinsentido, la felicidad y la infelicidad–. Eliot recurre a 35 escritores, desde Shakespeare a Homero y Ovidio, recorre siglos de culturas y mezcla fragmentos de seis lenguas, incluido el sánscrito. Está hablando de todos nosotros, en cualquier lugar y momento.-En «Happy Days», Fiona Shaw era capaz de llenar el escenario ella sola, con una escenografía de escombros. Shaw vuelve a estar sola, pero en un escenario sobrio. ¿Llenarán ella y Eliot el teatro?-Sin duda, el espíritu de Fiona y las palabras de Eliot pueden llenar el maravilloso escenario del Español. Sólo siento que en Madrid no se pudiera ver la «Madre coraje» de Fiona –el siguiente proyecto que hicimos juntas tras «Happy Days», porque allí compartía escenario con otros 27 actores, una banda de 8 músicos y 25 tramoyistas. No siempre está sola. «Happy Days» era un gran montaje (viajábamos con siete camiones), pero con «The Waste Land» todo nuestro atrezzo cabe en una maleta. Aun así, tiene una fuerte dimensión visual, aunque a escala menor.-«The Waste Land» fue su primera producción. También la primera de sus colaboraciones con Fiona Shaw. ¿Es especial para usted?-Ha sido un placer trabajar en una producción pequeña. Buena parte de mi tiempo lo hago con grandes repartos (de Shakespeare a Brecht), y también dirijo ópera en grandes producciones («Messiah», «Death in Venice»...). A veces necesitamos regresar a las raíces. Fue genial que este proyecto sea lo suficientemente pequeño omo para que Fiona y yo lo pudiéramos producir por nuestra cuenta. Los experimentos son arriesgados y a menudo es bueno arriesgarse en solitario. Fiona y yo nos alegramos de poder hacerlo junto al festival que realizó el encargo, el Kunsten Festival of Arts de Bruselas.-¿Cuál es su idea de lo que el buen teatro debería ser?-El teatro, como cualquier otra arte, debería hacernos pensar sobre quiénes somos y dónde estamos. Debería mostrarnos algo mejor de lo que somos. Debe entretener, resultar emocionante y, al mismo tiempo, zarandearnos –de forma amable o brusca– para despertarnos.

EN EL BARBICANDeborah Warner es artista asociada del Barbican, «de lejos, el teatro más emocionante en Londres». También fue hace años directora residente de la Royal Shakespeare Company. Asegura sobre Shakespeare que hoy, «como en todo teatro, resulta difícil encontrar buenas producciones. No he visto un montaje realmente emocionante de Shakespeare en mucho tiempo, pero alguien, en algún lugar, hará pronto alguno».