Sevilla

Reabre la centenaria fábrica de loza La Cartuja tras más de dos años cerrada

Los 84 trabajadores de la centenaria fábrica de loza sevillana Pickman la Cartuja, fundada en 1871, han reanudado hoy la actividad productiva tras dos años y medio de inactividad y después de la compra de la instalación por parte del empresario malagueño Antonio José Herrezuelo.

Varios trabajadores han expresado a Efe su satisfacción por la vuelta a la actividad, y más aún en un momento en el que en toda España son habituales las informaciones de cierres de negocios, ha destacado la presidenta del comité de empresa, Carmen Vivero.

Después de expresar la "incredulidad"que aún tienen algunos trabajadores por volver al trabajo, la presidenta del comité ha mostrado su esperanza en que la actividad productiva dure "mucho tiempo", como afirma que le ha asegurado el empresario.

Además, ha subrayado que el hecho de que la única fábrica de cerámica española esté abierta supone "un acicate"para solucionar los problemas financieros que aún arrastra la compañía, y ha afirmado que ya tienen algunos pedidos.

La actividad en La Cartuja ha comenzado, entre otras acciones, con la limpieza de las instalaciones, el sellado de poros de varias piezas, la colocación de las serigrafías características de la firma y el vidriado de platos, soperas y tazas.

Antes de comenzar hoy la producción, 16 trabajadores se incorporaron en junio pasado a la fábrica para poner en marcha la maquinaria y permitir que el resto de compañeros pudieran reiniciar su actividad.

La previsión es que en octubre próximo la producción esté a pleno rendimiento para atender a los pedidos navideños, que son los más "potentes"del año, ha señalado la presidenta del comité de empresa.

Según el acuerdo de compra anunciado en mayo pasado, el empresario malagueño invertirá cinco millones para pagar parte de las deudas de la empresa, que en total se elevan a 9,5 millones, con Cajasol (que ha condonado una parte de la deuda no concretada) y para abonar las cantidades adeudadas a los trabajadores.

Además, el empresario, que adquirió Pickman a través de la sociedad patrimonial de inversión familiar Canei Red, invertirá unos 600.000 euros en una nueva cadena de producción para modernizar la fábrica y hacerla más competitiva, y el resto de la deuda queda pendiente de negociar con la Seguridad Social y con Hacienda un acuerdo para aplazar el pago.