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Vampiros deprimidores por Iñaki Zaragüeta

La Razón
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Será que nos falta fe, como decían en su último éxito Juan y Junior, aquel dúo formado por la escisión de Los Brincos. Lo afirmaba ayer en Valencia el presidente de la Asociación Valenciana de Empresarios, Vicente Boluda, más conocido porque fue, aunque por poco tiempo, presidente del Real Madrid, reprochando a los gobernantes, también a los medios de comunicación, que asustaran a la gente y retrajeran el consumo. «Hay que tranquilizar al ciudadano para que vuelva a fluir el consumo. Estamos hartos de vampiros deprimidores que nos chupan la alegría. La verdad también se puede decir con alegría». Quizás tenga algo de razón, pero qué hacer ante una situación descontrolada. El presidente asegura que no va a subir los impuestos ni el IVA. El ministro de Hacienda no sólo anuncia «instrumentos fiscales», en mi pueblo impuestos, sino que cita, en tono de amenaza, a Benjamin Franklin, «nada hay más seguro en la vida que la muerte y los impuestos». Por otro lado, los ingresos han caído el 12 por ciento en el mes de enero, una premisa que debilita la fiabilidad de unos Presupuestos todavía sin confeccionar. El crédito sigue sin llegar a las empresas ni a las familias. Por si el Gobierno no lo tuviera complicado, la oposición y los sindicatos no dan tregua. Ni siquiera los cien días de rigor. Le han tomado gusto a la calle y, para terminar de arreglar nuestra imagen y credibilidad por ahí fuera, convocan una huelga general. Yo quiero palabras como las de Boluda: «Hay que decir que la crisis se acabará; no sabemos si por nuestras fuerzas o por el apoyo del entorno, pero se acabará». Así que entonemos más a maestros de la copla española como Antonio Quintero, Rafael de León y Manuel Quiroga y menos misas de réquiem. Así es la vida.