Ciclismo

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Victoria de «Purito» Rodríguez y golpe psicológico de Contador

En la soledad de los que saben que se van a disputar el triunfo, Joaquín Rodríguez ofreció su colaboración a Contador a cambio del triunfo en la etapa. Pero Alberto negó con la cabeza. Sabía que «Purito» era más rápido, pero prefirió jugárserla en el esprint y perder. «Alberto tenía muchas ganas de ganar y de sacar tiempo, pero sabía que yo era más rápido», afirmó el ganador

Joaquim Rodríguez se adjudica la etapa al sprint frente a Contador
Joaquim Rodríguez se adjudica la etapa al sprint frente a Contadorlarazon

Contador no peleaba la etapa sólo por él. También lo hacía por su equipo. Por Vinokourov.Cuando saltó del pelotón, le preocupaban dos cosas: sacar tiempo a Andy Schleck y llegar con su compañero hasta el final para compensarle con la etapa por el trabajo realizado. Pero no pudo despegarse de Joaquín Rodríguez. Cuando pasaron a Vinokourov, la cabeza se le dio la vuelta a Alberto. No podía dejar de mirar para atrás, esperando que su compañero no se distanciara demasiado. Compensaba perder unos segundos para ganarse el agradecimiento eterno de su compañero. Pero el kazako se descolgaba cada vez más. No tuvo opción.«Este ataque tiene importancia pese a que las diferencias hayan sido mínimas. Además, ‘‘Vino'' ha hecho un gran trabajo metiéndose en la fuga porque así evitaba que el equipo trabajara». Andy Schleck desconfiaba del final en Mende. No le gusta, demasiado explosivo para él, más apropiado para un físico liviano como el de Contador. Se esperaba un ataque del español y Alberto cumplió a falta de dos kilómetros. «Esta mañana ya contaba con la pérdida de un par de segundos con Alberto porque realmente no me gusta nada esta subida, está en mi lista negra», aseguró el líder de la carrera. «Es muy corta y no puedes encontrar un ritmo. Alberto atacó en el momento justo y no pude seguirle», añadió el luxemburgués.Contador recortó diez segundos, ahora se sitúa a 31 del menor de los Schleck. Pero lo mejor es que ha recuperado el mando sobre la carrera. Los segundos que le «robó» Andy en la subida a Morzine amenazaban con dar la vuelta a la carrera. Amenazaban la autoridad del español. Ya no.