Murcia

Agosto insólito segundo día con temperaturas asfixiantes

La Agencia Estatal de Meteorología insiste en que tras un caluroso final del verano no tiene por qué seguir la gota fría.

La Conselleria de Sanidad ha activado la alerta por calor en varios municipios de Valencia y Castellón
La Conselleria de Sanidad ha activado la alerta por calor en varios municipios de Valencia y Castellónlarazon

VALENCIA- En verano siempre hace calor, pero las altas temperaturas que se están registrando esta semana no son habituales. El jefe de Predicción de la Agencia Estatal de Meteorología de Valencia y Murcia, Víctor Alcover, explicó que lo «insólito» de esta semana es que el se van a alcanzar, tal y como se prevé hoy, temperaturas que de nuevo superarán los 40 grados.

En la ciudad de Valencia la última vez que se superaron los 40 grados fue en el año 2000. Antes, el 23 de agosto de 1994, con 42,5 grados. Es decir, que las temperaturas de esta semana, y las esperadas para la jornada de hoy, no se han registrado más de cuatro o cinco veces en los últimos años, y en ningún caso con tan sólo cinco días de diferencia. Como siempre, la palma se la lleva Xàtiva. En 1994 y en 2003 llegó a lo los 46.

Alcover dijo que, hasta el momento el verano había sido normal porque no había llegado viento de poniente. Lo que ocurrirá hoy es que a la masa de aire caliente se unirá el poniente, igual que sucedió el lunes. En el interior se mantendrán las temperaturas sobre los 40 grados, pero en la costa subirán y pueden superar los 40 grados. Afortunadamente, el poniente girará mañana hacia el norte y las temperaturas volverán a bajar. En algunos puntos hasta diez grados. El domingo todavía se notará más.

En lo que también destaca este verano es en las escasas lluvias que se han registrado, hecho que ha provocado que no se hayan producido descensos acusados de las temperaturas.

No obstante, el hecho de que el final del mes de agosto sea tan caluroso no quiere decir que se vaya a producir un fuerte episodio de gota fría durante otoño. Alcover aseguró que el hecho de que el mar esté a una temperatura elevada, no garantiza que se produzcan lluvias torrenciales. También es necesario que se genere una borrasca.

Como ejemplo, puso el verano de 2003. Fue más cálido de lo normal y no llovió hasta diciembre. Sólo si el mar está por debajo de 18 grados se garantiza que las lluvias de otoño pierdan intensidad.