Barcelona
«StarCraft II» el videojuego
Ha costado 100 millones de dólares, ya está a la venta y puede convertirse en el más importante para PC y Macintosh
La obsesión enfermiza por la excelencia que caracteriza a la compañía californiana Blizzard Entertainment ha sido la causante de los siete años de desarrollo del título, pero finalmente «StarCraft II: Wings of Liberty», un videojuego de estrategia en tiempo real, ha llegado de forma simultáneamente a todos los mercados, en lo que se presume que será el juego más importante para PC y Macintosh, no sólo de los siguientes meses, sino que, posiblemente, de los próximos años.
Y eso que el éxito de la compañía no se ha caracterizado nunca por mostrar un carácter transgresor con respecto al sector. De hecho, sus grandes franquicias («Warcraft», «Diablo», «World of Warcraft» y la propia «Starcraft») son, en realidad, el resultado de un análisis crítico de la competencia y de saber intuir con acierto las demandas de los «fans». El resultado, diez millones de copias vendidas sólo de la primera parte del título que hoy nos ocupa.
En esta ocasión la campaña para un jugador es uno de los ejes centrales del juego, cargado de fuerza narrativa gracias al trabajo de los guionistas y apoyada en unas secuencias cinemáticas que son marca de la casa en la compañía. Pero si este modo resulta ya de por sí longevo con su historia, sus retos y sus partidas contra la CPU, es en el modo multijugador donde «Starcraft» muestra su mejor cara. Enfrentados en equipos de hasta cuatro personas, los usuarios de Battle.net ponen a prueba sus habilidades en partidas rápidas, con ajustes personalizados o en las ligas clasificatorias, con lo que el juego es prácticamente inacabable.
Tres razas
El espectacular balance entre las tres razas que componen el elenco disponible y el hecho de que responden a tres formas distintas de entender una misma partida son los factores clave que lo ha convertido, desde hace doce años, en un título inigualable. Su apartado técnico está también a la altura de las circunstancias; unos gráficos convincentes, y no demasiado exigentes en cuanto a requisitos, se unen a las secuencias cinemáticas del juego y a una banda sonora espectacular en todos los sentidos. Además, el juego se encuentra completamente traducido al castellano.
Como cualquier título de su envergadura, no viene exento de polémica. Dividido en una trilogía, «Wings of Liberty» es la primera de las tres entregas de «Starcraft II» y no viene precisamente a precio reducido (59,99 la edición normal y 89,99 la Coleccionista). Además, con la reforma de su red gratuita Battle.net, Blizzard ha puesto en práctica la solicitud de lo que ellos llaman ID Real, según la cual cada jugador juega según su nombre y apellidos verdaderos y no con algún alias escogido a voluntad, hecho que se reserva únicamente a las partidas entre desconocidos. Además, como sucede con el resto de lanzamientos de Blizzard, nos espera un futuro de expansiones que mejorará y engrandecerá el universo de «Starcraft».
Una apuesta segura
Bobby Kotick, consejero delegado de Activision Blizzard, ha asegurado que confía en que el nuevo «StarCraft II» se convierta en un gran éxito. «No queremos defraudar a los jugadores que siempre nos han apoyado. Queríamos que ‘‘Wings of Liberty'' resultase familiar. El concepto es el mismo, sin embargo, pero hemos incluido nuevas habilidades y elementos estratégicos», afirmó Frank Pearce, cofundador de Blizzard.
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