«Txapote» diez años menos de prisión

Posteriormente, ha sido condenado a otros más de cien años de reclusión por ordenar el asesinato del periodista López de Lacalle y del atentado contra la casa cuartel de Sallent de Gállego (Huesca), en el que murieron los agentes Irene Fernández Perera y José Ángel de Jesús Encinas.
Sin embargo, una cosa es las condenas que pesan sobre este ex dirigente etarra y otra muy distinta el tiempo efectivo que pasará en prisión. De hecho, estará entre rejas, en principio, diez años menos de lo que inicialmente acordó la Audiencia Nacional. En septiembre de 2010, la Audiencia acumuló las condenas del ex jefe del «aparato militar» de ETA y fijó en 40 años el tiempo máximo que podía pasar en prisión.
Ante esa decisión, «Txapote» recurrió al Tribunal Supremo por entender que se le había aplicado el máximo que prevé el nuevo Código Penal cuando los hechos por los que fue condenado se perpetraron con anterioridad a 2003, año en que entró en vigor la reforma legal que aumentaba de 30 a 40 años. El «tope» en prisión por delitos de terrorismo. El recurso fue apoyado por el fiscal.
La resolución de la Sala Penal del Supremo, de la que ha sido ponente el magistrado Adolfo Prego, estima el recurso del etarra al constatar que los sumarios por los que fue condenado se incoaron entre 1995 y 2002, por lo que es una «obviedad» que los hechos sucedieron con anterioridad a la entrada en vigor de la citada reforma legal. Por este motivo, el Supremo le aplica la la ley penal más favorable, que, en este caso, era la fijada por el Código Penal vigente cuando sucedieron las acciones terroristas por las que fue condenado.
Sobre la decisión del Supremo se pronunció ayer la presidenta de la Asociación de Víctimas del Terrorismo, Ángeles Pedraza. Así, tildó de «vergüenza» esa «rebaja» en el tiempo que deberá pasar «Txapote» en prisión ya que debería cumplir cadena perpetua».

EL PERSONAJE
Javier Gª Gaztelu: dirigió el asesinato de Miguel Ángel Blanco.
El 12 de febrero de 1966 el municipio de Galdácano vio nacer a uno de los etarras más fríos y sanguinarios de la banda terrorista ETA. Entre otros méritos, dirigió la ejecución del concejal Miguel Ángel Blanco en 1997, lo que le catapultó a la dirección de la banda. También quien presuntamente le pegó dos tiros en la nuca. En su currículum se encuentra el asesinato del sargento Alfonso Morcillo, del presidente del PP en Guipúzcoa, Gregorio Ordóñez, y del dirigente socialista Fernando Múgica, entre otros.