Bruselas
El irlandés errante
Cien mil irlandeses marchan en Dublín para reivindicar sus raíces y pedir la dimisión del Gobierno
Dublín amaneció ayer nevado, pero las bajas temperaturas no frenaron a las miles de personas que salieron a la calle para protestar contra el plan de austeridad del Gobierno. La marea humana tomó el centro de la ciudad y terminó su marcha en el GPO. Las oficinas centrales del servicio de correos sirvieron como sede a los líderes del «Alzamiento de Pascua de 1916», la rebelión donde se proclamó la República Independiente de Irlanda. Desde entonces, el edificio ha permanecido como símbolo del nacionalismo y ayer el pueblo volvió a sus puertas para desafiar la humillación que supone el rescate del FMI y la UE.
Guerra a los pobres
«El país está pagando miles de millones para rescatar a los bancos. El Gobierno ha declarado la guerra a los pobres, los irlandeses no somos súbditos, sino ciudadanos y queremos nuestra república de nuevo», gritó un hombre a través de un micrófono. La masa respondió emocionada. Los organizadores aseguraron que asistieron 100.000 personas, pero la cifra que barajaban los medios locales era de más de 50.000. Los últimos siete días han cambiado el rumbo del país. En una semana, el Gobierno irlandés ha aceptado la ayuda de Bruselas, ha presentado un plan de recortes que dejará a 24.750 funcionarios en la calle, ha perdido los comicios de Donegal –circunscripción histórica para el Fianna Fáil-, ha visto como sus aliados le abandonaban y ha prometido convocar elecciones generales anticipadas. Demasiadas cosas que asumir para el que en su día se ganó el título de «Tigre Celta». Todos los acontecimientos estaban plasmados en las distintas pancartas de los manifestantes. Una de ellas estaba escrita con rotulador rosa: «Quiero un trabajo para mi papá». Era del puño y letra de Hannah. Tan sólo tiene siete años, pero es consciente de que en su casa las cosas no van bien. Su padre es uno de los 450.000 parados del país. La situación dura ya cerca de un año y los recursos se van agotando. La familia, de cinco miembros, sobrevive con una paga semanal de 450 euros. «Ahora quieren reducir la paga a los que rechacen ofertas. Es imposible rechazarlas porque no hay. Si me quitan parte de la paga no sé que voy a hacer», asegura el padre de Hannah. Según la prensa local, como parte de los presupuestos que el Ejecutivo tiene que presentar el próximo 7 de diciembre, se incluye un tijeretazo de 860 millones de libras al sistema de bienestar. Para conseguir la cifra, las pagas de 196 libras se podrían recortar 46 euros a la semana si el beneficiario no acepta una oferta de empleo o no sigue los programas de formación. La reducción tendría graves consecuencias. Según la Oficina Nacional de Estadística, el año pasado ya el 48% de los hogares irlandeses no pudieron hacer frente a facturas inesperadas de 1.000 libras sin tener que pedir dinero prestado.
En uno de cada diez casos, las familias se tuvieron que endeudar para pagar los gastos cotidianos del día a día. El organismo indica que en 2009, como media, los ingresos familiares se redujeron 4.000 euros. El plan de austeridad del Gobierno para los próximos cuatro años supondrá ahora otro recorte de 4.600 euros.
La situación ha traído a la isla un viejo conocido, el fenómeno de la emigración. Alrededor de 100.000 personas abandonarán el país en los próximos cuatro años, un 2,2 por ciento de la población.
Canadá, Australia y Reino Unido son los destinos que más se escuchan. El hermano de Louise, sin embargo, optó por Beirut. «Se fue allí ya el año pasado y no cree que vaya a volver antes de 2020. Tiene aquí a su mujer y sus dos hijos, pero no le quedó otra alternativa», matiza. Entre los manifestantes se pudo ver a muchas parejas con niños pequeños. Los carritos también portaban pancartas significativas: «Nosotros (refiriéndose a los bebés) seguiremos pagando el estropicio de Cowen (el primer ministro)». «Este hombre se ha bajado los pantalones ante el FMI y no se da cuenta que ellos sólo quieren rescatar al euro.
Nosotros no les importamos nada», decía un parroquiano. La ayuda desde Bruselas ha sentado realmente mal al pueblo irlandés. La ira se encendió aún más el viernes por la noche. Horas antes del inicio de la protesta, la Radiotelevisión irlandesa aseguró que el interés por el préstamo de 85.000 millones de euros podría situarse en el 6,7%, con un plazo de devolución de nueve años. La cifra fue calificada por Fine Gael, principal partido de la oposición, como «perturbadora». Grecia recibió a principios de año 115.000 millones de euros. El interés que se pactó fue del 5,2 %, pero el plazo de devolución es de sólo tres años. Con todo, las cifras eran comentadas ayer en un tono más que sarcástico.
«¿Tenemos cara de tontos?»
«¿Es que a nosotros nos han visto cara de tontos? Tendría que dejarnos solucionar nuestros problemas», decía un joven desde un megáfono mientras recogía firmas para una huelga general.
Pese al descontento generalizado, el rescate parece inevitable. Es más, hoy se podrían acordar los últimos detalles en la reunión de ministros de Finanzas europeos.
El objetivo es publicar el pacto antes de la apertura de los mercados el lunes para reducir la incertidumbre sobre la zona euro.
Atrás queda ya la época de bonanza, aquella en la que Irlanda dejó de ser el vecino pobre de Europa, aquella en la que el Gobierno transformó el dinero que llegó de Bruselas en un modelo basado en bajos tributos, privatizaciones y flexibilidad laboral, aquella en la que el país, en cierto modo, perdió un poco la cabeza.
En 2005, la media de antigüedad de los coches era de 3 años y en 2006 se llegaron a construir 93.419 viviendas a un ritmo superior que la década anterior. «¿Volverán aquellos tiempos?», le preguntó ayer una mujer a su marido. «Volverán –le respondió para tranquilizarla– aunque ahora tengo que decirte que el "Tigre Celta"tan sólo maúlla».
Una semana trágica
Jueves 18
Cowen acepta por fin el rescate
- Enviados de la UE, el FMI y el Banco Central Europeo viajan hasta Dublín. El primer ministro Brian Cowen insiste en que el país es solvente. El gobernador del Banco Central de Irlanda advierte de que será un préstamo de miles de millones. Más tarde llegará la cifra oficial: 85.00 millones de euros.
Lunes 22
Crisis política:los verdes se van
- Los Verdes, partido con el Fianna Fáil formaba coalición, abandona el Gobierno y pide elecciones generales para la segunda quincena de enero de 2011. Brian Cowen se resiste a dimitir y asegura que sólo habrá comicios cuando sus planes presupuestarios estén completados.
Miércoles 24
Drástico plan de ajuste fiscal
- El Gobierno presenta su plan de ajuste para los próximos cuatro años. Pretende ahorrar 15.000 millones para reducir el déficit público actual del 32% al 3% en 2014. Las bases: recortes de 3.000 millones en prestaciones sociales, un tijeretazo de 24.750 puestos de funcionarios y la subida general de impuestos.
Jueves 25
Castigo electoral en Donegal
- Se celebran las «by-election» de Donegal para cubrir el escaño que dejó libre un diputado del Fianna Fail. Los votantes castigan a Cowen y dan la victoria a Sinn Fein. El Fianna Fáil reduce su ya limitada mayoría a sólo dos escaños complicando aún más la votación del 7 de diciembre de los Presupuestos de 2011.
Sábado 27
Gran manifestación contra el Gobierno
- Manifestación masiva en las calles de Dublín pidiendo la dimisión de Cowen. El pueblo irlandés enfurece cuando se entera de que el interés por el préstamo podría situarse en el 6,7%, con un plazo de devolución de nueve años, comparado con el 5,2 % que se pactó con Grecia. Prometen más protestas para reclamar elecciones anticipadas.
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