Vuelve el Madrid inmisericorde

MADRID- Montanier, con más miedo al Madrid que Mourinho al Villarreal, alineó cinco defensas en el Bernabéu y en el minuto 40 su equipo perdía 3-0. El entrenador francés tiene fama de cobardica en San Sebastián; pero cambió el esquema y recuperó el dibujo de cuatro atrás después del 3-1 y de que se lesionara Mikel González. El ataque de valentía tampoco resultó. Alonso, Kaká, Higuaín, Benzema y Cristiano Ronaldo generaban una ocasión de gol con cualquier combinación. Metieron sólo cinco. Y lo importante, el Barça, a seis.

A los seis minutos encarriló el Madrid el partido. Centro de Benzema, remate seco, raso y ajustado al palo, de Higuaín. Bravo pudo hacer algo más. La ventaja equivalió también a menos tensión («Mou», sancionado, en el palco) y a más claridad para elaborar y elegir las jugadas. Las prisas, para la Real, adormilada, sin lustre y sin nervio. El comienzo no podía ser mejor para el líder, al tanto de la victoria del Barça en Mallorca (0-2) y consciente de que un tropiezo podía ser letal para sus aspiraciones en la Liga.

Tras la refriega de Villarreal, donde el peor enemigo madridista fue su entrenador, las ausencias de Özil y Pepe no se notaron. El Madrid dispone de un fondo de armario excepcional. Varane ocupó la vacante del aventado Pepe e Higuaín la del brujo Özil. Kaká recuperó su puesto en la media punta y Khedira flanqueó a Xabi Alonso.
Todo, de lo más normal. Lo más sorprendente, quizá, la seriedad de Cristiano Ronaldo, incapaz de sonreír con el gol del «Pipa», y atropellado como en los viejos tiempos al intentar el uno contra uno. Le quedaban restos de El Madrigal entre los dientes.
Sin embargo, la conexión de Cristiano con el equipo era irreprochable. Tan serio como participativo, no sonrió hasta que, después de varios intentos, metió el 2-0, un gol que oscila en sus estadísticas: sería el 101 si la temporada pasada, en Anoeta precisamente, le hubiese concedido el árbitro el tanto que rebotó en la espalda de Pepe; pero como se lo adjudicaron a su compatriota, el que le cruzó a Bravo en la salida, tras el envío de Kaká, supondría el cien en 92 partidos de Liga.

La Real Sociedad no oponía resistencia y su empeño al contragolpe moría antes de nacer. Pese a que Alonso arrastra sobrecarga de partidos –Mourinho confía poco en Granero para relevarle y en Sahin, 15 minutos–, le bastó con Khedira al lado y Kaká, Benzema, Cristiano e Higuaín delante, más los arranques de Marcelo, para imponer su ley en el centro del campo y hacer que jugara el equipo. Precisamente de sus botas partió el extraordinario y larpase que controló Benzema con el pecho, sin que Cadamuro osara importunarle, para rematar la jugada con una vaselina preciosa que Bravo sólo vio volar.

Mas, por algún extraño misterio, al Madrid le cuesta últimamente dejar su portería a cero. Próximo el descanso, soltó un zapatazo Xabi Prieto que Casillas hubiese controlado de no ser porque Ramos tocó lo imprescindible con la cabeza para que el balón entrara por la escuadra.

Como Mourinho no estaba en el banquillo, la sangre no llegó al río; aunque Iker se enfadó con Sergio y estuvo discutiendo con él hasta el túnel de vestuarios. Cuando volvieron a salir, la comparecencia fue un calco de la inicial: el Madrid, volcado al ataque, y la Real dispuesta a soportar el chaparrón. El detalle no pasó inadvertido para Benzema, que repitió diana con pasmosa facilidad.

El viaje del Madrid por este vigesimonoveno partido de Liga no podía ser más plácido. Ni siquiera Turienzo se atrevió a romper la calma. Como optó por no intervenir en las áreas, no apreció un posible penalti de Mikel González a Cristiano (min 37) y otro de Arbeloa a Agirretxe (min 51). Mostró tarjetas irrefutables y se entretuvo en anotar goles; el 5-1, de Ronaldo, a centro de Higuaín.

El líder, ocupado en jugar, que es lo que mejor le sale –tiene futbolistas para ello–, llegaba a la portería contraria con facilidad. No tenía rival. La Real, de la mano de su técnico, entró mansamente en el matadero y se llevó cinco como pudieron ser diez. Sin dramas. La anécdota: los minutos residuales de Sahin y de Jesé.

El Real Madrid sigue mudo
El Real Madrid sigue en su particular huelga de silencio, avalada por el club, por lo que sólo Pardeza y Butragueño han atendido a los medios de comunicación desde el fatídico miércoles de El Madrigal. Ninguno de los dos ha precisado hasta cuándo estarán sin hablar técnicos y jugadores en Liga (se supone que el martes sí lo harán en «Champions», ya que UEFA obliga), ni tampoco dejaron muy claro los motivos de tal silencio.


-- Ficha técnica:

5 - Real Madrid: Casillas; Arbeloa, Sergio Ramos, Varane, Marcelo; Xabi, Khedira (Sahin, m.76); Cristiano (Jesse, m.80), Kaká, Benzema (Coentrao, m.76); e Higuaín

1 - Real Sociedad: Bravo; Cadamuro (Pardo, m.74), Mikel González (Zurutuza, m.45), Demidov, Iñigo Martínez; De la Bella, Illarramendi, Aranburu, Xabi Prieto; Griezmann y Agirretxe (Vela, m.56).

Goles: 1-0, m.7: Higuaín. 2-0, m.33: Ronaldo. 3-0, m.40: Benzema; 3-1, m.41: Xabi Prieto; 4-1, m.50: Benzema; 5-1, m.56: Ronaldo

Árbitro: Javier Turienzo Álvarez, del Comité Castellano Leonés. Mostró tarjeta amarilla a Íñigo Martínez (m.23), Mikel González (m.37), Xabi Alonso (m.45+) y Demidov (m.84)

Incidencias: encuentro correspondiente a la trigésima jornada de Liga de Primera División disputado en el estadio Santiago Bernabeu ante unos 77.000 espectadores.