Massa en el punto de mira de Ferrari

Ayer no tuvo su día y los responsables de la «Scuderia» empiezan a cuestionar seriamente su presencia, incluso, en la próxima temporada. El brasileño cosechó un pésimo duodécimo puesto en parrilla y en la salida chocó contra Liuzzi en una maniobra que bien podía haber tenido algún castigo deportivo que cumplir en la siguiente carrera.

Su precipitación provocó el accidente, aunque más tarde culpó del hecho a Rosberg. El propio presidente de Ferrari, Luca Montezemolo, fiel a su estilo (sutil, pero contundente), animó a Massa a convertirse en la sensación de las tres últimas carreras después de su mala actuación. Es decir, ultimátum a la italiana.

El brasileño tiene contrato para los próximos años y, además, está bajo el paraguas de los Todt, padre e hijo, presidente de la FIA y representante, respectivamente. Sin embargo, está estirando mucho la cuerda y posiblemente esté firmando su marcha de Ferrari. Fue incapaz de ayudar al equipo en la pelea por la clasificación de constructores y además ofreció una imagen pésima, en las antípodas de lo que debe ser un piloto Ferrari.

En seco y agua, Alonso le aventaja siempre en medio segundo y esa diferencia trae por la calle de la amargura a Massa, que, una vez más, ha sido superado por un compañero de equipo. Primero Schumacher, después Raikkonen y ahora el asturiano. Sólo un cambio de actitud podría evitar su salida.