Nueva York

Una top de peso

La modelo española Carla Trujillo debuta, a sus 19 años, en la Semana de la Moda de Milán

«Por constitución, españolas e italianas somos mujeres con curvas. No es tan importante una talla como mantenerse bien de acuerdo con tu propio cuerpo. ¿Merece la pena desfilar con una 36 si justo después tienes que ingresar en el hospital por no haberte
«Por constitución, españolas e italianas somos mujeres con curvas. No es tan importante una talla como mantenerse bien de acuerdo con tu propio cuerpo. ¿Merece la pena desfilar con una 36 si justo después tienes que ingresar en el hospital por no habertelarazon

Mirada al frente. Hombros atrás. Sube un poco la barbilla y comienza a caminar. El manojo de nervios que padecía minutos antes de saltar a la pasarela se esfuma cuando comienza a sonar la música. Por primera vez la española Carla Trujillo desfila en la Semana de la Moda de Milán para Elena Miró, la firma de referencia para «mujeres reales» que fue expulsada hace dos temporadas del calendario oficial por, según los organizadores, no dar la talla. O mejor dicho, por pasarse.

«No estamos enfadados con la Cámara de la Moda y tampoco nos hace falta estar con ellos para demostrar que una talla 46 puede desfilar y tener proyección internacional», asegura Elena Miroglio, propietaria de la firma que ha mostrado en la capital italiana de la moda las tendencias para el próximo verano basadas en la España de los bordados. Y ahí estaba Carla para dar fe de ello, con unos ojos azules que atrapan, 67 kilos de peso, 1,79 de altura y sin problema alguno de revelar sus medidas: 94-70-98. De ahí que no mire a Kate Moss –icono de las nuevas tops andróginas y de extrema delgadez– como referente, sino a aquellas que destacan por su gesto, su sonrisa… y sus curvas. «Nombres como Adriana Lima, Cindy Crawford y Heidi Klum siempre están ahí. Pero, sobre todo, Monica Bellucci, a la que mi madre ha seguido siempre. La he visto como una mujer en condiciones». A sus 19 años, Carla ya es la envidia de muchas de sus compañeras de profesión. No en vano, en 2010 fue la ganadora del concurso de la popular agencia norteamericana de modelos Francina.

«Mis principios son que un cliente tiene que ver a una modelo como es. Yo no me presento como maniquí de tallas grandes. Simplemente me planto en los castings diciendo: aquí estoy yo. Cada una tenemos nuestro sitio», comenta para señalar a renglón seguido que «las principales armas no son las medidas sino la personalidad que muestras a la cámara». Trabajo no le falta: Londres, Nueva York, París, Estambul… Pero, ¿se puede vivir de esto? «Lo compagino con los estudios –estoy en Bachillerato– y todo lo que gano de la moda lo reembolso para el próximo viaje, para participar en castings en todo el mundo. Está claro que sea o no modelo en un futuro, trabajaré en algo relacionado con la moda».

A su edad, muchas jóvenes de nuestro país son diagnosticadas de anorexia y bulimia, bombardeadas con estereotipos de mujer imposible de alcanzar. De hecho, el 6% de las españolas de 12 a 24 años sufre un trastorno de la conducta alimentaria y el 11% está en alto riesgo de sufrirlo. Ella podría ser una más en la estadística, entre otras cosas, porque desde niña su sueño era ser modelo y más de uno le aconsejó que bajara de peso. «Me han dicho un montón de veces que estaría más guapa y tendría más trabajo con menos kilos. Sé que mi cuerpo puede cambiar porque soy muy joven, pero no voy a forzarlo. Si tienes personalidad, puedes aguantar lo que te digan», asegura, a la vez que dice «estar a favor de que haya modelos de la talla 32 y de la 42, pero una cosa es que tu constitución sea ya de por sí delgada y otra que tengas una 40 y te obsesiones por bajarla. Eso no está bien», apunta.
Pizza con las amigas

Carla reconoce que «como sano, no de dieta, pero sí me cuido a través del spinning, boxing, la cosmética… Eso sí, si estoy con mis amigas y me apetece una pizza, me la como». A su favor cuenta con la educación de su madre. «Ella sabe qué yo quería ser modelo y de la mano de mi padre estoy desde los cinco años recorriéndome Madrid tardes enteras para participar en castings. Me educaron para conseguir mi objetivo, no a cualquier precio, sino todo lo contrario, desde la integridad y respetando unas normas básicas».


«Las mujeres reales tenemos curvas»
Mientras Miss España vive horas bajas, en Italia su certamen de belleza nacional va en auge. De hecho, por primera vez se coronó a Miss Italia con Curvas, título que recayó en Valentina Cammarota y que busca reivindicar a la mujer real en los medios. «Por constitución, españolas e italianas somos mujeres con curvas. No es tan importante una talla como mantenerse bien de acuerdo con tu propio cuerpo. ¿Merece la pena desfilar con una 36 si justo después tienes que ingresar en el hospital por no haberte alimentado?», aseguró Carla en el «backstage»