San Sebastián

El alcalde de Azcoitia niega que el monolito etarra esté en suelo municipal

Monolito de la polémica en la Iglesia de Santa María de Azcoitia
Monolito de la polémica en la Iglesia de Santa María de Azcoitialarazon

La asociación Dignidad y Justicia (DyJ) ha pedido por carta al obispo de San Sebastián, monseñor José Ignacio Munilla, que retire el monolito que homenajea a los presuntos etarras Vicente Perurena «Peru» y Ramón Oñaederra «Kattu», asesinados por los GAL en los años 80, en un recinto vallado de la Iglesia de Santa María la Real de Azcoitia (Guipúzcoa). En la misiva dirigida al prelado, el presidente de DyJ, Daniel Portero, denuncia que «en el recinto correspondiente a dicha parroquia, cercado por una verja, se exhibe públicamente un monolito dedicado a dos miembros de la organización terrorista ETA, "Peru"y "Kattu"», un hecho que considera de «extrema gravedad». Portero recuerda a Munilla que la exhibición de este tipo de monolitos «supone un acto de enaltecimiento del terrorismo y de humillación a las víctimas» y recalca que la asociación que preside promueve «todo tipo de actuaciones, tanto judiciales como extrajudiciales, para proceder a la retirada de los mismos».La asociación apela a «la trayectoria tan sensible que hacia las víctimas del terrorismo ha demostrado» el prelado para solicitarle «que proceda a iniciar los trámites oportunos para la retirada» del monolito, puesto que en su opinión «es al obispado de San Sebastián a quien le corresponde esta responsabilidad».A través de un comunicado, el Obispado de San Sebastián aseguró ayer que los «terrenos colindantes con la parroquia» sobre los que se asienta el monolito de la polémica «no son de propiedad ni de la parroquia ni de la diócesis, por lo que están fuera de nuestra competencia» (supuestamente, aunque no lo precisa, serían de titularidad municipal). Pero DyJ replica que cuando se instó al alcalde a retirar el monolito, éste remitió al párroco de la iglesia, y este último, al Obispado.«Kattu» fue asesinado en Bayona el 19 de diciembre de 1983 por los GAL, responsables también de la muerte de «Peru» el 6 de febrero de 1984 en Hendaya.