La Policía iraní entrena a la de Siria en «técnicas de represión»

El «método» es de un personaje famoso: el general brigadier Ahmad Reza Radan, «número dos» de la Policía iraní y quien supervisó directamente los arrestos en la prisión de Kahrizak en Teherán ocurridos durante el verano de hace dos años, cuando cientos de opositores al régimen fueron torturados, violados e incluso asesinados. Las mismas tácticas se perciben desde hace unos días impulsadas ahora por Damasco, pero dirigidas por el mismo Reza Radan.

Según fuentes diplomáticas y el sitio de internet «Green Voice of Freedom», cercano al Movimiento Verde iraní, una delegación de expertos en seguridad dirigida por el general brigadier, viajó de Teherán a Damasco hace dos semanas para compartir sus estrategias con la contraparte siria. La visita, que confirmaría las acusaciones hecha por EE UU el mes pasado, coincidió con una agudización de la violencia hacia los manifestantes, cuya represión ya ha causado cerca de 800 muertos desde el 15 de marzo pasado, cuando se iniciaron las protestas.

Sobre Reza Radan pesan acusaciones de estar involucrado personalmente en los golpes y maltratos a los detenidos de 2009. Figura en la lista de dirigentes iraníes que tienen vedado el ingreso a países de la Unión Europea. Lo que se anticipa es el mismo derramamiento de sangre, pero en otro escenario. El auxilio del Gobierno iraní tiene un motivo claro. La Siria de Asad es su gran aliada en la región. Perder ese apoyo aislaría aún más al régimen de los ayatolás, ya castigado por las sanciones de la ONU ante su negativa a someter su programa nuclear a la supervisión internacional.