Blanqueo de capitales

La trama de las bolsas de basura

La Razón
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MARBELLA-Cinco años después de ser detenida en su vivienda «La Pera» de la urbanización marbellí, la cantante Isabel Pantoja se sentó ayer en el banquillo de los acusados. Es la primera del medio centenar de ocasiones que habrá de hacerlo, si se cumple lo previsto por el tribunal de la Sección Segunda de la Audiencia de Málaga.

La causa tiene como punto de partida las declaraciones que realizó en la primavera de 2003 a un canal de televisión autonómico Mayte Zaldívar, entonces mujer de Julián Muñoz, en las que relató que el regidor llegaba al domicilio conyugal con «bolsas de basura cargadas de dinero» que atribuyó a supuestas comisiones. La Fiscalía Anticorrupción comienza entonces a investigar el patrimonio del matrimonio y de la tonadillera, al trascender la relación sentimental que mantiene con el alcalde marbellí, que en agosto perdería la Alcaldía al prosperar la moción de censura presentada contra él por ex concejales del GIL, PSOE y Partido Andalucista.

La acusación sostiene que durante el tiempo que Muñoz estuvo vinculado con el Ayuntamiento marbellí, desde 1991, «logró enriquecerse haciéndose con un importante patrimonio», cuya cuantía total «se desconoce», aunque se estima en más de 3,5 millones.

El ex munícipe se enfrenta a una pena de siete años de prisión y siete de inhabilitación por blanqueo de capitales continuado y cohecho pasivo y multa de 7.466.000 euros, mientras que para Pantoja y Zaldívar Anticorrupción solicita tres años y medio de prisión para cada una y sendas multas de 3,6 millones y 2,6 millones de euros.

La acusación sostiene que ambas eran «perfectamente conocedoras del origen ilícito» de los fondos y bienes que recibían de Muñoz y sabían «cuáles eran las fuentes de sus ingresos lícitos».

En el caso de la artista, según el escrito de conclusiones del Ministerio Público, durante su relación con Muñoz se registraron ingresos en efectivo en sus cuentas por importe superior al millón de euros, en lo que el fiscal atribuye a la pretensión del ex edil de utilizar a sus parejas sentimentales para «lavar» el dinero que percibió de forma irregular.

Pantoja está acusada de blanquear 1,8 millones en las operaciones de compra de dos inmuebles: un apartamento en el hotel Guadalpín a través de una sociedad vinculada a la cantante sin que se pudiera demostrar el pago de los 353.695 euros que supuso la adquisición, y que el inmueble fue abonado por Muñoz «con cargo a los fondos de procedencia delictiva»; la segunda operación, la compra de la vivienda «Mi Gitana», cuya financiación «en su integridad» fue ejecutada a través de una entidad vinculada a la artista «con fondos de procedencia delictiva de Julián Muñoz».

En cuanto a Zaldívar, Anticorrupción sostiene que su ahora ex marido le entregó fondos a través de transferencias realizadas desde Suiza para lo que utilizaría al hermano de ésta, Jesús Zaldívar, que se enfrenta a tres años de cárcel.