Sevilla

Expo Zaragoza costó mil millones más que la Ciudad de las Artes

Expo Zaragoza costó mil millones más que la Ciudad de las Artes
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Valencia- Los macroproyectos de ocio no son patrimonio exclusivo de los valencianos. Las Exposiciones Universales que han acogido ciudades como Sevilla o Zaragoza dejaron tras de sí inversiones millonarias y de difícil aprovechamiento.

La Ciudad de las Artes y las Ciencias costó 1.282 millones de euros, contando con los 625 millones de sobrecoste sobre lo inicialmente presupuestado. Cifra astronómica, pero inferior a lo que se invirtió en la Expo de Zaragoza celebrada en 2008. Según los datos oficiales, en esta última se invirtió 700 millones en el recinto y otros 1.550 en un plan de acompañamiento de infraestructuras. Total: 2.250 millones destinados a un complejo para el cual el Gobierno de Aragón busca un aprovechamiento.

El Ejecutivo maño habla de que el 25 por ciento de los edificios están ocupados por empresas, un porcentaje poco satisfactorio y por ello, su presidenta, Luisa Fernanda Rudi, anunció que trasladará las sedes oficiales por las que pagan alquiler a estos edificios, aunque también hay que realizar obras.

Si sigue el ritmo de la de Sevilla, que se celebró en 1992, todavía le queda mucho camino por recorrer. En la Cartuja aún quedan áreas vacías, aunque se construyó un Parque Científico empresarial y el parque temático Isla Mágica.

En este contexto, la inversión realizada en la Ciudad de las Artes y las Ciencias, un complejo abierto todo el año y en actividad, gana racionalidad.

Ayer el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, visitó las instalaciones de L' Oceanogràfic para festejar su noveno cumpleaños. Destacó que en este tiempo ha recibido doce millones de visitas y que el complejo en su conjunto es el más frecuentado de España, con más de 47 millones.

También aseguró que la industria que lo rodea genera más de 160 millones de euros al año y da trabajo a más de 3.400 personas.

El Ágora no se acabará
A pesar de que las cifras son positivas, Fabra es consciente de que en la delicadísima situación actual no puede realizar nuevas inversiones en este complejo. Por ello, confirmó que acabar las obras del Ágora no son una prioridad. «El Ágora se acabará en su día», se limitó a decir, puesto que «ahora estamos hablando de ser eficaces y eficientes, y el poco dinero que tengamos lo tenemos que aprovechar en cuestiones que generen productividad».

Además, explicó que este edificio se puede utilizar aunque no esté acabado. El informe de la Sindicatura de Cuentas de 2010, presentado el pasado mes de diciembre, indica que el coste de las obras del Ágora ascendían a 31 de diciembre de 2010 a casi 77 millones de euros, y seguían pendientes de finalización aunque el plazo previsto era julio de 2010, según recoge Efe. 

 

Lo que queda de Expo 92 veinte años después
En veinte años en el lugar donde se levantó la Expo de Sevilla se ha construido un Parque Científico y uno de atracciones. Sin embargo, aún quedan solares por ocupar y la estación del AVE languidece a la espera de que las cercanías la comuniquen con el resto de la ciudad, pues sigue sin estar integrada.

 

«Seré el primero en perseguir comportamientos censurables»
El presidente Fabra aseguró ayer que será el primero en perseguir los comportamientos censurables y favorecer que la Justicia realice las condenas oportunas.
Fabra hizo estas declaraciones tras ser preguntado por la decisión de la Audiencia Nacional de imputar a once personas, entre ellas al considerado número dos de la trama Gürtel, Pablo Crespo, y a la dirección de la empresa Teconsa, por la adjudicación de contratos de Radiotelevisión Valenciana durante la visita del papa a Valencia en julio de 2006. «Si ha habido comportamientos censurables, nosotros seremos los primeros en perseguirlos y favorecer que la justicia esté tras ellos y realice las condenas oportunas». Agregó que el trabajo de la Generalitat es «poner en valor la Comunitat Valenciana».
Afirmó que la Generalitat está tranquila aunque reconoció que desde el Gobierno valenciano son conscientes de la preocupación que ha habido en los últimos años por intentar ofrecer una imagen lo más internacional y atractiva posible de la Comunitat.
Por otra parte, insistió en que no se debe hablar del copago como única medida para aumentar el nivel de ingresos de la Administración, ya que, «se trabaja en hacer eficaz la gestión pública reduciendo importantes gastos». Incidió en que la Comunitat Valenciana tiene ingresos de 2004 y gastos de 2012. Hay un desequilibrio de ocho años, «es necesaria una dieta en cuanto a gastos».