Málaga
Expulsión para los inmigrantes en paro
En un momento de crisis como el actual son muchos los españoles que opinan que los inmigrantes que llevan un tiempo prolongado en paro deberían marcharse a su país.
Cuatro de cada diez así lo creen, y lo curioso es que ese convencimiento ganó seguidores en 2009 respecto a 2008, año al que se refieren los datos del último estudio dado a conocer ayer por el Observatorio Español del Racismo y la Xenofobia, dependiente del Ministerio de Trabajo e Inmigración, que recoge la opinión de los españoles. Hoy, probablemente, esta cifra podría ser más abultada ya que los afines a esta idea han ido creciendo a medida que ha avanzado la crisis económica.
La coyuntura actual, sin embargo, no ha hecho ganar peso a los partidos de ideología xenófoba, aunque entre los ciudadanos se tiende a justificar más que se elija a un español antes que a un foráneo para cubrir un puesto de trabajo. El 63 por ciento considera que es aceptable que así ocurra. Incluso ha ganado peso el grupo de los que opinan que los extranjeros quitan puestos de trabajo a los españoles. Así lo cree un 58%, y un 73% opina que provocan caídas salariales. El informe «Evolución del Racismo y Xenofobia 2010» pone al descubierto, no obstante, que todavía existe un 36 por ciento de ciudadanos que muestra reticencias hacia los extranjeros y se ha reducido un cinco por ciento el porcentaje de aquellos que consideran que tiene efectos positivos. Eso sí, la riqueza cultural que aportan es uno de los elementos más valorados por la sociedad española, aunque el informe también descubre que la disposición de los españoles a que los forasteros mantengan su cultura y sus costumbres han retrocedido. Los expertos apuntan a la convivencia como uno de los causantes de este descenso, ya que vivir con personas diferentes nos puede hacer más tolerantes o rechazarlos con más intensidad.
Pero si hay algo por lo que los españoles no pasan es por la delincuencia, hasta el punto de que el 69 por ciento es partidario de expulsar del país a los inmigrantes que cometan cualquier delito, aunque tengan los papeles de residencia en regla.
Demasiados foráneos
Un dato curioso que se repite encuesta tras encuesta es que los españoles tienen la percepción de que existe un número «elevado» o «excesivo» de extranjeros. Así lo cree el 33 por ciento y el 46 por ciento, respectivamente. De hecho, una buena parte de ciudadanos piensa que el 21,3 por ciento de la población residente en nuestro país es foránea, cuando en realidad representa el 12 por ciento. No obstante también es cierto que, por número de extranjeros, España es el segundo país de Europa, después de Alemania, que tiene un mayor número de extranjeros afincados.
Otra cuestión no superada es la de que los ciudanos aprecian a los inmigrantes como un colectivo protegido por las administraciones que percibe más de lo que aporta y que acaba acaparando las ayudas de comedor o de becas escolares.
A la hora de elegir perfil y decidir qué aspectos deberían tenerse en cuenta cuando se permite o no a una persona que no sea española vivir aquí, lo que más cuenta es que esté dispuesto a adaptarse al modo de vida del país. En segundo lugar, que tenga una cualificación laboral que se ajuste a las necesidades de puestos de trabajo que pueda ofrecer el mercado laboral. Luego, que tenga un buen nivel educativo, seguido de que hable castellano o la lengua oficial de la Comunidad Autónoma en la que resida. También se aprecia que tenga familiares cercanos viviendo en el país. Por otro lado, lo que menos cuenta para los españoles es que los recién llegados tengan mucho dinero o sean de raza blanca.
Otro de los aspectos que se analizan en el estudio del Observatorio es la percepción de la política migratoria. El 42 por ciento de los ciudadanos considera que ha sido demasiado tolerante, un opinión que no cambia respecto a años anteriores. Lo mismo ocurre cuando hablamos de derechos de los inmigrantes. Un 79 por ciento considera que los inmigrantes deben tener derecho a traer a su familia; el 87 por ciento opina que debería recibir una subsidio por desempleo si se queda en paro; el 61 por ciento cree que deberían tener derecho a votar en las elecciones municipales y un 52 por ciento en las generales.
No obstante, hay que tener en cuenta que la percepción de los españoles varía en función de la posición laboral y económica de cada personal. Así, los que tienen una situación holgada tienen un concepto mucho más positivo que los que se encuentran en una situación económica más inestable. Éstos son, precisamente, los que muestran un mayor rechazo. Y es que, como explican los antropólogos, «siempre excluímos a los más excluidos». Por eso, en un momento como el actual, el Observatorio del Racismo y la Xenofobia cree que es más necesario que nunca cuidar la imagen y los mensajes que se ofrecen de los extranjeros afincados en España.
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