Bienvenido Obama

Marbella ha sido y es un lugar ideal para vivir, como cualquier otra localidad de tamaño humano, en la que todo resulta cómodo y accesible. Igual que en muchas poblaciones, por las mañanas se producen atascos de tráfico, originados por quienes acuden diariamente a su centro de trabajo. Pero la capital de la Costa del Sol es, además, un lugar paradisiaco para descansar, con un microclima envidiable. No crean ustedes que este artículo me lo ha sugerido la oficina de Turismo de esa ciudad, sino la visita de la familia Obama, o de parte de ella. Los últimos años, algunos se habían ocupado de que el nombre de Marbella estuviera unido a las palabras corrupción, mafia o a cualquier otra de significado negativo. Hasta el punto de que mucha gente desconocía que el 99% de sus habitantes llevan la misma vida que donostiarras, vigueses, santanderinos o almerienses; por poner ciudades con mar de un tamaño similar. Ahora, la visita de la familia del líder de la primera potencia mundial conseguirá que Marbella aparezca como una ciudad apetecible a los ojos de los españoles que la miraban con todos los prejuicios plantados ante ellos por determinados medios de comunicación. Esta gente no tenía por qué saber que todos los desmanes urbanísticos de los anteriores gobiernos municipales (PSOE y GIL) se hicieron con el consentimiento de la Junta, que fue quien autorizó todas las operaciones, y que al lado de Marbella se halla Estepona, gobernada por el PSOE, con el mayor caso de corrupción municipal de todo Andalucía.