Willy Toledo el simplón

El jueves fue un día extraordinario para las letras españolas. Un momento inolvidable cuando supimos que Mario Vargas Llosa había sido galardonado con el merecido Premio Nobel de Literatura. Es un escritor tan absoluto como completo. Un intelectual con mayúsculas. Lo que no me ha sorprendido es la mezquindad de Willy Toledo, que lo ha considerado «un derechista muy peligroso». Es cierto que el personaje se descalifica por sí solo, pero me produce mucha pena su sectarismo. Es un fiel reflejo de la miopía de esa izquierda que abrazaba el comunismo, protagonista de algunos de los mayores genocidios del siglo XX. Vargas Llosa es un intelectual comprometido con la libertad. Willy Toledo no es más que un actor secundario que obtiene más notoriedad por sus exabruptos y su militancia «progre» que por su trabajo profesional. Los progres consideran que un intelectual tiene que ser de izquierdas, lo que es una solemne majadería y una muestra de su ignorancia.