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Sólo violencia pobreza y toros

El prestigioso «The New York Times» ha dedicado muchas informaciones, muy marcadas por la crisis, a España .

Sólo violencia pobreza y toros
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En los últimos diez días, cuatro reportajes sobre España han protagonizado las páginas del periódico estadounidense «The New York Times» (NYT). Aunque el rotativo realiza una amplia cobertura internacional, llama la atención el espacio dedicado a nuestro país en estos momentos delicados.

Una de las foto-noticias apareció en portada el pasado 1 de marzo: un radical entraba a la fuerza en una sucursal del Banco Popular de Barcelona tras las protestas contra los recortes en educación. El NYT habló ya de manifestaciones «al estilo griego». Unos días antes, la responsable de asuntos europeos, Suzanne Daley, que reside en Nueva York, viajó a un pequeño municipio de Extremadura, Higuera de la Serena, para contar cómo sus habitantes se habían hecho cargo de los servicios municipales por falta de presupuesto.

Los vecinos se dedicaban a limpiar las calles, desatascar alcantarillas, cuidar los parques y todo lo necesario para sobrevivir a una situación que, según la periodista, podría extrapolarse a todo el país: un Gobierno asfixiado por el nivel de deuda.

Cabe imaginarse a ciudadanos de Massachusetts, Ohio o Florida comentando en un «dinner» (comedor) las peripecias solidarias de los extremeños para sortear el ciclón financiero. El pasado jueves, el «Financial Times» publicaba una caricatura en la que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, aparecía como un toro bravo a punto de embestir a una torera, Angela Merkel, armada con un capote en el que se leía: «Pacto Fiscal».

Tras ella, semi escondidos, se asomaban Nicolas Sarkozy y otros líderes europeos. Aparte del tópico de rigor, el rotativo ilustraba la lucha de Rajoy en el entorno de la UE. La vuelta a los ruedos del matador Juan José Padilla, tras la cornada que le atravesó la mandíbula y le hizo perder un ojo, también impactó a algún lector desprevenido tras comprar el NYT el pasado 2 de marzo. La foto, con una estética delicada, eso sí, ocupaba gran parte de la página. Y el Premio Nobel en Economía, Paul Krugman, titulaba su columna el 7 de marzo «Finalmente, España» y hablaba de una posible «catástrofe cada vez más cercana».

¿Contra España?


¿A qué se debe tanto interés? ¿Querrá algún especulador aprovechar la crisis para eliminar la poca confianza internacional que aún mantenemos? Imágenes como las de los incidentes en Barcelona alejan a los inversores extranjeros, que no se arriesgarían a invertir en un país con aparente inseguridad.

El corresponsal en España del «International Herald Tribune», edición global del NYT, Raphael Minder, explica a LA RAZÓN que el supuesto propósito de dañar a España es «simplemente absurdo». «No hay ninguna intención en el NYT ni en ningún otro medio anglosajón de poner a España peor de lo que está», afirma rotundo desde su residencia en Madrid. Minder publica una media de dos o tres reportajes semanales. «La imagen que proyectamos no es negativa, es la que es.

Los periódicos buscan ilustrar la crisis con nuevos temas», opina. «La situación es bastante complicada, sí, pero no estamos en un conflicto social intolerable», afirma el periodista suizo, educado en Gran Bretaña, con más de cinco idiomas y corresponsalías anteriores en París o Hong Kong.

Por algún motivo, esa suspicacia ibérica con los rotativos internacionales enfada mucho al corresponsal del NYT. «A veces leo que los medios anglosajones tienen intención de dañar a propósito y me parece totalmente falso. Algunos de los reportajes de hace dos años en los que se presentaban los problemas financieros de aquí, ahora parecen suaves si los comparamos con la realidad que vivimos: casi uno de cada cuatro trabajadores en paro. Cuando uno comprueba el deterioro desde el principio de la crisis hasta ahora, descubre que los medios anglosajones fueron comedidos».

 Sobre la situación económica, no la ve tan brutal. «Si uno viene a Madrid, por ejemplo, le va a costar ver y sentir la crisis: los restaurantes están hasta arriba y no pueden conseguirse entradas para el Bernabéu. En una verdadera crisis profunda, la gente humilde no podría permitírselo». Minder ve complicaciones.

«Hasta donde yo percibo, en mi periódico y, en general, en EE UU se tiene la imagen de un país que intenta controlar la crisis pero que todavía no tiene salida», apunta. «La señal que ha dado Rajoy (que no se podía cumplir el déficit) muestra una España entre los países que deben hacer un esfuerzo tremendo para limpiar y organizar las finanzas públicas y privadas». Acusa a los medios españoles de ser «más duros»: «Ni siquiera nos hacemos eco en el NYT de la corrupción política y económica… Es aquí donde se hace constantemente», critica Minder. ¿Cree que España saldrá de la crisis? «No, creo que por ahora no».