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El PP se propone arrebatar al PSC la condición de segunda fuerza

Los populares buscarán consolidar su «papel decisivo» en su congreso de mayo

El PP se propone arrebatar al PSC la condición de segunda fuerza
El PP se propone arrebatar al PSC la condición de segunda fuerzalarazon

BARCELONA– El último ciclo electoral (autonómicas, municipales y generales) abrió la puerta de una Cataluña desconocida donde el PP juega un papel protagonista. Nunca como ahora los populares han sido tan relevantes en las instituciones catalanas, ya que no sólo influyen de forma decisiva en la Generalitat, sino que también gobiernan en municipios como Badalona y Castelldefels, así como en la Diputación de Barcelona. Buena parte del éxito del PP se basa en el avance que ha experimentado en el área metropolitana de Barcelona a costa del PSC. Los populares creen haber hallado la fórmula del éxito en Cataluña y se proponen que su próximo congreso de mayo sirva para sentar las bases de su nueva meta: arrebatar a los socialistas su actual condición de segunda fuerza.

«El PP catalán tiene un proyecto que tiene el objetivo de situarnos como segunda fuerza política y ser protagonistas en la gobernabilidad de Cataluña», afirmó ayer Alicia Sánchez-Camacho después de presidir la reunión de la junta directiva de su partido.

La hoja de ruta
Los populares creen estar en el camino correcto para continuar conquistando la centralidad política de Cataluña. Opinan que su apuesta por hacer frente a los «problemas reales» de los catalanes está siendo bien recibida, a pesar de que la crisis todavía no ha remitido. «Tenemos una hoja de ruta de estabilidad que conecta con la mayoría social, que prioriza salir de la crisis, la creación de empleo y la salvaguardia del estado del bienestar», subrayó la dirigente popular.

El buen momento del PP contrasta con el bache del PSC que siguen reflejando las encuestas. Los socialistas, pese a la renovación acometida en su última congreso, no consiguen remontar el vuelo. Su nuevo líder, Pere Navarro, no centra tanta atención mediática como Sánchez-Camacho, hiperactiva en la política catalana.

Todo ello se suma al que, probablemente, es el factor más importante de todos: el PP gobierna en España y tiene un amplio margen de confianza. Sánchez-Camacho quiere ponerlo en valor y para eso lleva semanas trabajando en el papel de enlace entre Gobierno y Generalitat.

«Somos el partido que gobierna en España, y el puente natural entre la sociedad catalán y el Gobierno de Rajoy para defender los verdaderos intereses de los catalanes», enfatizó la presidenta del PP catalán. Sánchez-Camacho está intentando explotar este papel de mediación desde que su partido regresó a la Moncloa. Lo hace a sabiendas de que esto disminuye el protagonismo de Josep Antoni Duran Lleida y, por tanto, consigue a la vez que se visualicen otros rostros de CiU menos moderados.

De hecho, si el PP quiere convertirse en segunda fuerza de Cataluña tendrá que hacerlo arañando electores de CiU que no comulgan con el soberanismo que se está imponiendo en la formación nacionalista. De ahí el último de los mensajes que ayer lanzó la presidenta del PP catalán: «Presentamos un programa que suma, que no está por proyectos separatistas ni nacionalistas, sino con carácter abierto y plural».

Convergència consagrará su deriva soberanista en su congreso del próximo fin de semana en Reus. Será una ocasión perfecta para que el PP pueda marcar distancias con el partido de Mas y, sobre todo, para presentarse como el único partido que puede poner freno a las ambiciones nacionalistas de Convergència. De momento, todo le sale de cara a Sánchez-Camacho. Quizá por eso nadie discute que debe seguir siendo la líder del partido después de su congreso de mayo.


Cuatro ponencias
Todos los valores al alza del PP catalán van a tener un protagonismo destacado en el congreso del 5 y 6 de mayo. El cónclave constará de cuatro ponencias y al frente de ellas estarán líderes municipales como el alcalde de Badalona, Xavier García Albiol –que será uno de los cuatro impulsores de la ponencia social–; y el alcalde de Castelldefels, Manuel Reyes –uno de los tres cerebros de la ponencia económica–. También habrá una ponencia política, con la presencia del portavoz Enric Millo, y una sobre Estatutos, con Santi Rodríguez.