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Modelos «de papá»
Vivir del aire... O del nombre y la fortuna familiar. Cuando un apellido es sinónimo de puertas abiertas y alfombras rojas, aquellos que tienen la suerte de haber nacido en una estirpe con prestigio no pierden el tiempo y aprovechan el tirón. Y es que los hijos de los famosos generan un morbo y una expectación que en muchos casos se convierte en imparable. Las marcas lo saben, y en un mundo en el que las estrategias comerciales son cada vez más agresivas y originales, rescatar a la hija de una gloria pasada o de un personaje público y situarla al frente de una campaña publicitaria parece ser la receta perfecta para garantizar tanto un aumento de ventas como una adecuada cobertura mediática.
Así es como nace el fenómeno de las modelos «hijas de papá». Quizá una de las que comenzó este «boom», tan criticado en un principio, fue Paris Hilton. Bisnieta y heredera del imperio hotelero de Conrad Hilton, la polémica rubia ha conseguido protagonizar las campañas de grandes firmas de moda como Guess, Tommy Hilfiger y Christian Dior. Y con el tiempo, se ha convertido en una «socialité», una joven que lidera la profesión de moda: ser famosa. A este oficio ha arrastrado a su hermana Nicky –también reconvertida en modelo y diseñadora– y a su mejor amiga de la infancia, Nicole Richie, quien también ha protagonizado campañas para Bongo Jeans y Jimmy Choo. Al final, todo queda en familia.
Esto de ser modelo y protagonizar campañas por obra y gracia de las influencias del apellido es algo que parece formar parte de la cultura popular. Es un fenómeno que se refleja en series como «Gossip Girl», en el disco de Lady Gaga «The Fame» o en la canción «Glamorous» de Fergie. Y ahora, hasta los miembros de las familias reales se apuntan: la belleza incomparable de Carlota Casiraghi, la joven hija de la princesa Estefanía de Mónaco, era un hecho contrastado y reconocido por todos, pero nadie había intentado sacarle rédito económico. Sin embargo, Frida Gianini, directora artística de Gucci, ha pensado que la belleza europea de «Charlotte» le venía como anillo al dedo a la casa italiana y ha firmado con ella una colaboración de dos años en los que la princesa protagonizará una serie de campañas tituladas «Forever Now». Quizá próximamente se la vea siguiendo los pasos de su abuela materna, Grace Kelly, y dando el salto a la gran pantalla.
Golosas ofertas
Nueva York es la cuna de grandes fortunas y de grandes celebridades. La ciudad que nunca duerme ha encumbrado a Olivia Palermo, hija del famoso –y multimillonario– promotor inmobiliario Douglas Palermo, a «first it girl». Mudarse al Upper East Side, empezar a aparecer en fiestas vestida de las mejores firmas y recibir golosas ofertas para protagonizar campañas fue todo uno. Hasta el momento, la joven periodista de ascendencia italo-española ha posado para Mango, Rochas, Carrera y Carrera y Rabat. Pero no hace falta cruzar el charco para encontrarse con «celebrities» que deben su fama a su ascendencia. La española Tamara Falcó, hija de Isabel Preysler y el marqués de Griñón, consiguió diseñar su propia línea de ropa y joyas y actualmente es imagen de Pronovias Fiesta. Así es el poder de un apellido.
Escapar del abismo
Ni siquiera ser una chica rebelde supone un impedimento. Antes al contrario. Las medias de rejilla y las «Doc Martens» de Alice Dellal, hija de un multimillonario brasileño y una ex modelo, encandilaron a Karl Lagerfeld desde el primer momento. Por eso el director de Chanel la ha fotografiado (izquierda) para encarnar la imagen de los «Boy Bags» de la «maison». Diferente es el caso de Dree Hemingway: la bisnieta del mítico escritor se ha convertido en modelo profesional y ha desfilado y posado para Mango (derecha), Sandro, Abercrombie&Fitch y DKNY.
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