España

Claveles VS tulipanes

La Razón
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En el partido de fútbol de esta tarde se enfrentan dos grandes equipos, y eso es, naturalmente, lo más importante. En vista de la evolución de la situación europea, cabe hacer además algunas reflexiones que añadirán un poco de sal al choque. Después de varios años de avances políticos y sociales que nos convirtieron en un modelo en todo el mundo, nuestro país atraviesa ahora en una crisis grave. Nos encontramos entre los países fuertemente endeudados, con problemas de productividad, altas tasas de paro y, por si fuera poco, un embrollo institucional nada fácil de desenredar. Ya no somos la Europa pobre –ninguna parte de Europa lo es- pero sí que necesitamos hacer un esfuerzo mayor… que está a nuestro alcance. Es el que nuestros deportistas están haciendo juntos, como españoles. De ahí el ejemplo que están dando, el agradecimiento que merecen y el entusiasmo que suscitan en toda España. También representan a esa Europa que los países que durante años acumularon déficits y bajas tasas de crecimiento, como Alemania y Francia, se permiten ahora despreciar con prepotencia. Holanda, por su parte, representa una Europa algo distinta. No exactamente una Europa triunfadora con respeto a otra que se haya quedado atrás, sino una Europa sin fronteras físicas, fácil de invadir, que ha tenido que poner en juego enormes recursos de ingenio y voluntad para preservar su independencia, su identidad, y ser una de las naciones más prósperas del mundo. Los españoles también lo tuvimos que hacer en otros tiempos, más lejanos, pero no menos cruciales. Quienes entienden de fútbol dicen que la selección holandesa practica un «fútbol total», pragmático, en el que cualquier jugador tiene que servir para todo, un fútbol de extrema precisión táctica, de gran energía y habilidad física. Lo conjugan con un estilo preciosista y vital, que los españoles han heredado en parte en su planteamiento refinado, sutil, con el peligro –a veces– de no culminar la jugada. Se enfrentan por tanto dos matices de hacer fútbol, dos perspectivas distintas pero emparentadas en la comprensión de la cultura nacional, dos maneras próximas y a la vez un poco diferentes de estar y hacer Europa. Fascinante, fascinante de verdad.