Cataluña

Jenn Díaz: «Con la verborrea política una acaba algo mareada»

Con tan sólo 22 años, ha sorprendido a la crítica con «Belfondo» (Principal de libros). Ya tiene lista su segunda novela, que hablará de cómo la poesía puede llegar a ser fuente de salvación.

«El movimiento de los indignados está desvirtuado y manchado»
«El movimiento de los indignados está desvirtuado y manchado»larazon

– ¿Cómo ve la campaña electoral?
– Sinceramente, vivo un poco al margen. En general, pero sobre todo de la política. Sigo la campaña electoral como seguiría una carrera de caballos, sin enterarme mucho del tema. Y de reojo. Hay mucha gente que no está comprometida con ningún partido político y prácticamente con ninguna ideología marcada; sin embargo, en época de campaña electoral, todos parecen posicionarse. Yo sigo igual de confusa que cuando no hay campaña.

– ¿Qué debería centrar la campaña?
–No suelo ser demasiado práctica en ninguno de los aspectos de mi vida, pero a una campaña electoral le pido, sobre todo, eso: pragmatismo. Cierto orden, puntos a tratar, soluciones, propuestas. Debajo de la verborrea política, uno acaba un poco mareado y siente que le están tomando el pelo.

– ¿La cultura siempre es la gran olvidada en estas fechas?
– La cultura siempre es la gran olvidada en todas las fechas. Los que la levantan y se encargan de que sea algo vivo y en movimiento no tienen necesidad de esperar a una campaña electoral.

– ¿Cómo ve la desafección política general de la población?
– La veo desde dentro. No sé si hay solución. En mi caso, es un problema de educación política. Aunque me considero comprometida, más con ideas que con partidos, vivo todo este asunto de una manera pasiva. Y en cuanto me intereso un poco, me parece que los discursos no llegan a la población, así que desconecto.

 – ¿El tópico de que los jóvenes están desapegados de la política ha quedado desfasado con movimientos como el 15-M?
– Podría contestar sí y no. Por una parte, la juventud ha demostrado que sí está en este mundo, que sí le interesa, que sí le preocupa. En ese caso, se habría acabado con el tópico. El problema es que todo el movimiento de los indignados ha quedado desvirtuado y manchado por la inutilidad, así que el tópico sigue ahí. Al final, el movimiento ha quedado en nada y la juventud que se lanzaba a la calle a defender sus ideales, ha quedado estúpidamente reflejada como una panda de holgazanes.
 
– ¿Qué le pediría al próximo presidente del Gobierno?
– Que fuera honesto.

– ¿Le ha afectado la crisis de algún modo?
– Supongo que todos, más o menos, nos hemos visto afectados. A título personal, vivo un momento dulce, porque empiezo una discreta vida de escritora que se mantiene ajena y paralela a la crisis, pero convivo con gente a la que le ha afectado y todos convivimos con el miedo.

– ¿Es optimista con la posibilidad de salir de la crisis?
 – Podría ser optimista si tuviera datos, si supiera cómo funciona el sistema financiero y si alguien me explicara de verdad cómo se puede, si hay posibilidades, de salir de la crisis.