ANÁLISIS: Hay opciones por Joaquín Moequel

–¿Puede algún tribunal superior dar la razón a la familia Del Castillo?
–Los pasos a seguir son el recurso al Tribunal Supremo y después al Constitucional. Es muy difícil que una instancia superior entre a juzgar una decisión que ha tomado otra instancia. Sería más sencillo si lo que se reclama es que una persona condenada sea absuelta, que modifiquen la decisión de la Audiencia de Sevilla para imponer una pena mayor. El juez ha estudiado todas las pruebas presentadas. En el caso de que decidan pedir amparo al Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo, tampoco lo tienen fácil porque esta instancia no se mete a valorar un caso que ha sido juzgado en España. La única opción para revocar una sentencia es que se haya cometido una aberración durante el proceso o en la sentencia. La familia está hablando de matices, que no serían suficientes para rectificar la decisión de los jueces. De todas formas hay que tener cuidado con los recursos porque el Supremo puede decidir que estamos ante un caso de homicidio (sin premeditación) en lugar de un asesinato, por lo que las penas podrían ser incluso menores.

–¿Es normal que la sentencia aluda a las declaraciones de Antonio del Castillo a los medios?
–No es bueno entrar en ese juego. Es lo mismo que pasó con el caso del juez Serrano, cuando el presidente del Tribunal Superior de Justicia dijo lo mismo. Si la familia Del Castillo insulta al magistrado, debería denunciarles. Mientras tanto, debe mantenerse al margen porque este es un país libre.

–¿Qué es lo más sorprendente de la sentencia?
–Quedan muchas incógnitas por resolver, a las que el juez no ha dado explicación. La familia Del Castillo debería incidir en pedir explicaciones sobre dónde está el cenicero con el que Carcaño asesinó a Marta, qué pasa con el coche que utilizó «El Cuco» cuando dejó el piso de León XIII, quién limpió el piso tras el asesinato, por qué no coinciden las cronologías en el juicio de «El Cuco» y de Carcaño...

Joaquín Moequel
abogado