Educación

OPINIÓN: Crimengénero

La Razón
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En el mundo totalitario imaginado por Orwell en «1984», el crimental tenía por objeto castigar a todo aquel que pensará de manera diferente al Gran Hermano. La meta consistía en llegar al pensamiento único. Para lograrlo, todo era cuestión de «disciplina y control de la realidad». El Anteproyecto de Ley Integral para la Igualdad de Trato y la No Discriminación, conocido como ley Pajín, es algo similar. Tiene por misión encubierta regular el «crimengénero», es decir, castigar y perseguir a todo aquel que piense de manera distinta de como lo hace «la Gran Hermana socialista radical». Todo ello, amparándose indignamente en la no discriminación de los discapacitados o los enfermos. La ideología de género del Gobierno socialista culmina así, su labor de transformación de la sociedad española mediante las leyes. Se trata de la norma de cierre del sistema. Esta ley regula todo un sistema de persecución criminal contra el disidente o el homófobo. Comienza desplazando la carga de la prueba de la culpabilidad: quien no asuma la ideología de género es presuntamente culpable. Crea una fiscalía especial. Establece un sistema de infracciones con tipos abiertos, en donde cabe cualquier conducta. Se otorga legitimación judicial y administrativa a las asociaciones de gays y lesbianas. Resucita al «comisario político» llamándolo autoridad para la igualdad de trato y la no discriminación. Hasta prevé normas dirigidas a los medios de comunicación, difícilmente compatibles con la libertad de expresión. Una vez más se intenta un liberticidio en nombre de la igualdad.