Sao Paulo

Muntadas del Bronx al Reina Sofía

Una de las obras presentes en «Entre/Between» del MNCARS
Una de las obras presentes en «Entre/Between» del MNCARSlarazon

Antoni Muntadas (Barcelona, 1942) es fiel a sus gafas de sol y atuendo –con chaqueta oscura y camisa blanca–. La misma indumentaria, casi, que ayer lucía en el Museo Nacional Reina Sofía, donde inaugura hoy una retrospectiva que recorre su trayectoria desde los años 70 hasta 2011. «Lo importante de estos trabajos es el proceso, no el resultado», subraya el director del centro, Manuel Borja-Villel. Ha aterrizado el artista no hace ni un mes desde la Gran Manzana, donde reside desde 1971. Allí, en el Museo del Bronx, se puede ver «Información-Espacio-Control», muestra concebida en Sao Paulo y que se divide en tres secciones, «On Subjetivity», «Stadium» y «Alphaville». Prefiere utilizar la palabra «proyectos» cuando se refiere a su trabajo, propuestas multimedia e instalaciones de arte público en las que aborda asuntos sociales y políticos. La exposición neoyorquina explora la relación entre el espacio público y privado, los medios de comunicación y cómo se transmite la información, se interpreta y manipula. Y después cómo la opinión pública le da forma. Para el Reina Sofía ha retomado un proyecto que ya arrancó en 1998, en el que indagaba sobre el papel de la institución.

El estadio como espectáculo
Ahora, en «Situación: 2011» explora el tema de las ampliaciones de los museos y sus implicaciones. La presencia de los medios de comunicación es una constante en sus obras. ¿Cómo los ve hoy Muntadas? «Cuando hablamos de ellos lo hacemos de la televisión e internet; sin embargo, yo creo mucho en la radio y la prensa. No creo que unos medios anulen a los otros. Son complementarios y trabajan de diferentes maneras. Hay diferencias de espacio y de tiempo».

Lo mismo sucede con el espacio y, sobre todo, los estadios que representan «desde la época griega un elemento tanto público como privado, un espacio que presenta una dualidad muy interesante que hace que sea el lugar tanto de los vencedores como de los vencidos. En el estadio se compite y se ofrece espectáculo». Abomina de las etiquetas y no se considera ni padre ni fundador de movimiento alguno. Es claro cuando dice que «los artistas creamos proyectos, pero no damos respuestas. Cada cual tiene que interpretar el trabajo y obtener las suyas. He desarrollado ‘‘On traslation'' durante 16 años y lo que enfatiza es la interpretación que puede hacer el público y sus distintos grados de percepción y formación. Cada uno percibe y ve de manera distinta. Explica que vivimos en una sociedad en transición en la que detesta ejercer como futurólogo: «Prefiero hablar a través de mi trabajo. Y para ello me tomo mi tiempo, dos, tres o cinco años». No mira el reloj ni el calendario y tiene muy en cuenta los «tiempos de cocción»: «Hoy abunda el "gourmet cultural", aquel que de todo sabe y opina. No es mi caso. Cuando no conozco sobre algún tema trato de informarme; sólo es a partir de ahí cuando sale el trabajo». No tiene recetas-milagro para salir de la crisis: «El artista debe hacer su trabajo bien. Tiene que ser un testigo del tiempo que vive y un filtro de lo que pasa en la sociedad». Cuando se habla más de la cuenta, asegura, y «se cae en el bla, bla, bla», el creador acaba por convertirse en político o publicista».

La muestra que presenta en Madrid está distribuida en tres áreas. La parte principal abarca la cuarta planta del edificio de Sabatini, mientras que la Sala de Protocolo (en la primera planta) completa una de estas constelaciones y alberga dos obras: «CEE Project (1989-1998) y «Meetings» (1999-2000).
 

 

Al margen de los cambios
La pregunta estaba en el ambiente y Muntadas (en la imagen) no tuvo problemas para valorar la nueva situación política y la victoria del PP: «Era una situación evidente», dijo, según pudo comprobar en los días que llevaba en España. «Estamos en democracia y los cambios constituyen una normalidad que no existía en los años 70. Hay que esperar que se trabaje positivamente», dijo. ¿Y posibles cambios en el MNCARS?. Borja-Villel salió al paso: «Existe un pacto de Estado por el que las grandes instituciones culturales se sitúan al margen de los cambios políticos».