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Los realojados de Regiones Devastadas no quieren volver

Los realojados de Regiones Devastadas no quieren volver
Los realojados de Regiones Devastadas no quieren volverlarazon

Sevilla- No habrá retorno para los vecinos de Regiones Devastadas. Casi la totalidad de las 210 familias que fueron desalojadas de las viviendas tras los primeros derribos a finales de 2009 se quedarán en los pisos de realojo que Emvisesa les tiene alquilados por un precio similar a lo que pagaban en sus anteriores casas, entre dos y tres euros al mes. Así lo asegura el presidente de la Asociación de Vecinos Nuevo Amate, Francisco Rodríguez Jiménez, que concreta que en torno al 90% de los residentes «no volverá a Regiones Devastadas tras el acuerdo con el Ayuntamiento porque la mayoría tendrá que gastarse un dinero que no tienen en amueblar la cocina o la casa entera».

El tránsito de Regiones Devastadas, que durante años tuvo graves problemas de seguridad e insalubridad, a otras zonas como Pino Montano, Viapol, Ramón Carande, Avenida de Hytasa, Bermejales o Bellavista le ha cambiado la vida a muchos vecinos que pagarán esa pequeña cantidad durante el resto de sus vidas por el alquiler de estas viviendas municipales que se encuentran en unas zonas mejor ubicadas y están mejor acondicionadas.

Las obras, que en la última visita del alcalde, Juan Ignacio Zoido, se encontraban al 25% de su ejecución, deben terminar en la primavera del año 2013. Será entonces cuando los realojados decidirán si vuelven o no a sus nuevos hogares. No será el caso de Flori Fuentes, la vecina que comenzó la lucha por la rehabilitación de sus viviendas y que ahora está alquilada en Ramón Carande. «Me voy a quedar aquí porque estoy mucho mejor. Trabajo en la Plaza de España y me coge muy cerca», comenta Flori. Desde que ha llegado a su nueva casa «todo ha cambiado radicalmente porque esto no tiene nada que ver con la antigua Regiones Devastadas». Según Flori, «eso les pasa a muchas personas que no quieren volver al barrio porque han llegado a zonas mejores, como en la que estoy yo ahora, que es muy céntrica, y en la que los pisos son mucho más grandes». Todas estas mejoras por el mismo precio.

Si los vecinos aseguran que no van a volver. ¿Para quién se están reconstruyendo los pisos? El presidente de la asociación asegura que el Ayuntamiento destinará estas viviendas a un uso social, ya que el no retorno era una de las posibilidades que había desde el principio de los derribos. Sin embargo, en otra situación están los realojados en viviendas particulares cuyo alquiler es asumido por fondos municipales, puesto que en el momento en el que se acaben las obras deberán elegir si retornar o seguir en los pisos alquilados asumiendo ellos el coste actualizado del arrendamiento. Para Pepi, esta decisión no ha sido nada fácil, puesto que llegó a Regiones Devastadas con tan sólo tres meses en el año 57 y tuvo que recorrerse todos los despachos de las administraciones para que la escucharan. «Al principio era un barrio muy bonito, de personas trabajadoras, gente humilde que vivía allí como si fueran una familia. Poco a poco vinieron personas de distintas zonas, como los gitanos de la Cava de Triana o refugiados de las inundaciones», recuerda, mientras que asegura que «nunca fue un barrio problemático».
Una situación similar vive Pepi de los Santos, realojada en Bellavista, en los Jardines de Hércules. «De momento no tengo pensado volver. De momento. Una vez que nos den los pisos habrá que ver lo que hacemos, aunque en principio no», asevera. Ha pasado de un pequeño inmueble de dos habitaciones localizadas junto al salón a uno más grande de tres, con una cocina más amplia y con armarios empotrados por los mismos tres euros mensuales que pagaba antes. «Aquí me ha cambiado la vida, no tiene nada que ver con aquello porque tenemos zonas verdes y hay otro ambiente. Para nosotros es un lujo», concreta. Pese a todo, aún no lo tiene decidido porque «hay que esperar a que construyan Nueva Amate, pero lo más seguro es que no vuelva». El proyecto de la nueva barriada incluye además de los bloques de viviendas locales comerciales para dinamizar la barriada, una parte ajardinada, destinada a juegos infantiles, y una zona comercial.

 

«En Madrid no sabían ni que existían los pisos»
Cuando Flori Fuentes inició la lucha por la rehabilitación de la barriada Regiones Devastadas no sabía que tendría que enfrentarse a la burocracia y la desidia de los políticos. «Estábamos cansados de ir al Ayuntamiento y nadie nos hacía caso hasta que hablamos con el PP», comenta esta veterana vecina, que recalca que «nadie sabía nada de los pisos ni de quién eran. Es más, cuando fuimos al Ministerio de Fomento nos dijeron que no les constaba que existieran, por lo que nadie se hacía responsable de ellos».