Berlín

Lufthansa y Easyjet exigen compensaciones por las pérdidas debidas a la nube volcánica

Las compañías aéreas Lufthansa y Easyjet reclaman junto a otras empresas del sector compensaciones económicas ante las autoridades europeas para la seguridad aérea por las pérdidas derivadas de la suspensión de los vuelos por la erupción de un volcán en Islandia y la emisión de una nube de polvo.

Pese a la prohibición de volar "Lufthansa y otras compañías continuaron atendiendo a sus clientes y exigen por ello una compensación", señala el jefe de la principal aerolínea germana, Wolfgang Mayrhuber, en declaraciones que publicará mañana el dominical "Welt am Sonntag"."Trabajamos ya en ello (en la reclamación) con un grupo de otras empresas, también fuera del sector de las compañías de bajo costo", señala a su vez el presidente de Easyjet, Andy Harrison, en declaraciones adelantadas hoy por el semanario económico alemán "Wirtschaftswoche".Tras asegurar que "será una denuncia de todas las compañías aéreas", Harrison no ofrece mas detalles sobre la iniciativa, similar a la anunciada por los responsables de otras compañías aéreas europeas como la alemana Lufthansa.Mayrhuber, por su parte, ofrece un compromiso a la Comisión de la UE, a la que propone como compensación la "elegante vía"de aplazar la inclusión de las compañías aéreas en el comercio de emisiones contaminantes."Eso no le costaría al fisco un solo euro y nos ayudaría en estos momentos de dificultades económicas", comenta el presidente de Lufthansa.La reclamación tiene como fin obtener compensaciones por las elevadas pérdidas sufridas por las compañías aéreas por el cierre del espacio aéreo sobre Europa durante varias jornadas en abril tras la erupción del volcán islandés Eyjafjallajökull y la emisión de una densa nube de polvo volcánico."Esto nos ha costado entre 50 y 75 millones de euros, de ellos unos 45 millones para pagar las pernoctaciones y la alimentación de los pasajeros atrapados en aeropuertos lejos de su hogar", explica el presidente de Easyjet.Finalmente comenta que no hay motivos para que las consecuencias de una catástrofe natural sean asumidas "exclusivamente por las compañías aéreas, sobre todo cuando después resulta que no habría sido necesario declarar tan amplios cierres del espacio aéreo".