Montilla sale en defensa de Corbacho ante los ataques al «líder del paro»

BARCELONA- Desde que el pasado jueves trascendió que Celestino Corbacho va a dejar su cargo en el Gobierno después de la huelga general (29 de septiembre) para incorporarse a las listas autonómicas del PSC, el todavía ministro de Trabajo ha tenido que soportar una auténtica tormenta de críticas de todos los partidos. Todas las fuerzas le recriminan su gestión en el ministerio durante dos años y medio en los que las cifras de desempleo se han disparado hasta convertir a España en la sonrojante líder del paro en la UE. Al presidente de la Generalitat y líder del PSC, José Montilla, no le quedó ayer más remedio que salir en defensa de Corbacho, quien le acompañará en un lugar destacado de su lista.
«Es positivo que un ministro del Gobierno se sume a las listas del partido para una cita electoral complicada, para sumar fuerzas y conseguir un reto importante como es llegar primeros en esta carrera», aseguró Montilla desde Sabadell. El líder del PSC rechazó la idea de que la huelga general sea una protesta dirigida contra Corbacho porque lo es «contra la política del conjunto del Gobierno de España».
El perfil de Corbacho
Los socialistas catalanes intentaron cerrar filas para disuadir el rumor de que hay malestar en el partido por el regreso de Corbacho, a quien se atribuye un perfil más afín al PSOE que no al PSC. «Sabemos que todos los militantes del PSC tienen una apuesta clara por el catalanismo político», dijo el portavoz adjunto del PSC, Joan Ferran, que opinó que la incorporación del antiguo alcalde de L'Hospitalet es «altamente positiva».
En paralelo, los adversarios de los socialistas continuaron disparando munición contra Corbacho. Y no sólo por su controvertida gestión como ministro de Trabajo, sino también por sus perfil político. «Corbacho representa la expresión del alma más conservadora del PSC, de los socialistas a los que no le tiemblan las piernas a la hora de recortar derechos a los que menos tienen y es la expresión de la política más neoliberal y de la peor política de Zapatero donde se entienden a la perfección con CiU», dijo el secretario general de ICV, Joan Herrera.
Herrera intuye que el regreso de Corbacho puede servir para tender puentes entre el PSC y CiU. «El es el máximo representante de la sociovergencia», dijo el candidato de los ecosocialistas a la Generalitat, temeroso de que los socialistas modifique su apuesta estratégica por el tripartito.
Por su parte, el presidente de CiU, Artur Mas, también incidió en el perfil PSOE de Corbacho. «El sector catalanista del PSC se está debilitando y está perdiendo los referentes», algo que quiso demostrar con el hecho de que el conseller de Economía, Antoni Castells, haya renunciado a ir en las listas del PSC y con el regreso de Corbacho a Cataluña.
Mas, en todo caso, confirmó que su sintonía con el ministro de Trabajo. «El señor Corbacho me merece todo el respeto personal y tengo una relación cordial con él. Pero traer a gente como él para gobernar Cataluña al lado de Montilla, que han creado cifras de paro tan altas y lo han hecho tan mal como para seamos líder del paro en el mundo desarrollado... ¿Los que lo han hecho tan mal tienen que liderar Cataluña cuando lo que hace falta es un cambio?», se preguntó el líder nacionalista, quien aseguro que con sus palabras no trató de atacar Corbacho, sino al conjunto del Partido Socialista. «Sería insistir en el error», sentenció.