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Reforma posible

La Razón
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Digámoslo claramente: lo que crea empleo es la actividad económica o las expectativas de negocio, no las reglas laborales. Que hoy se contrate poco tiene mucho más que ver con las dificultades para obtener dinero en el sistema bancario que no otra cosa. A pesar de ello, y aunque parezca contradictorio, es imprescindible y urgente una reforma laboral. La necesitamos para acabar con el exceso de temporalidad, para generar confianza y para que cuando la economía vuelva a crecer no se vuelva a contratar sobre las mismas bases de temporalidad y precariedad. Pero eso no sirve cualquier reforma. La necesitamos equilibrada para que sea posible y útil para que regular mejor la contratación y el despido. Evitando la contratación temporal para trabajos que no lo son, y que las empresas sólo cuando ajustar sus plantillas cuando ya están desahuciadas. Pero sobre todo para que la adaptación de las condiciones internas a los cambios externos sea la forma habitual para ganar productividad y empleo.Eso es lo que busca la reforma laboral de José Luis Zapatero. Es lógico que quienes no lo crean así, la rechacen. Pero esos partidos, empresarios o sindicatos deberían proponer sus soluciones, no sólo su rechazo. Porque lo que ahora se necesita son soluciones, no problemas.